El pequeño helicóptero Ingenuity de la Nasa hizo el lunes 19 de abril historia al realizar el primer vuelo controlado y con motor de una aeronave en otro planeta, Marte.
El equipo del JPL-Nasa (siglas en inglés de Laboratorio de Propulsión a Chorro), encargado de controlar la misión desde California, informó en directo de la recepción de los datos, que confirmaron que había despegado, flotado y vuelto a aterrizar en el cráter Jezero de Marte.
Además, se recibió una imagen en blanco y negro tomada por el helicóptero de su sombra mientras estaba en el aire y un pequeño video grabado por el rover Perseverance, que permanece a varios metros y sirve de enlace de comunicación.
La confirmación de que el pequeño aparato (1,8 kilos de peso) pasó con honores una prueba increíblemente complicada se produjo a las 10:46 GMT.
El helicóptero de propulsión solar despegó a las 12:33 hora solar media local de Marte (07:34 GMT), ascendió hasta su altitud máxima prescrita de 3 metros y se mantuvo en vuelo estacionario durante 30 segundos para descender y volver a tocar la superficie. En total 39,1 segundos de vuelo.
Los 278 millones de kilómetros que separan a ambos planetas hacen imposible que haya datos en directo —el desfase producto de la distancia es de unos 15 minutos, el lapso que demoran los datos en viajar entre Marte y la Tierra—; por eso Ingenuity recibió ayer las instrucciones, pero tuvo que gestionar el vuelo por sí mismo. Después de recibir los datos, el equipo del JPL-Nasa estalló en vítores, aplausos y alegría detrás de las mascarillas.
Mimi Aung, gerente del proyecto para Ingenuity en el JPL, señaló: «Ahora podemos decir que el ser humano ha conseguido volar por primera vez en otro planeta», y desbordada por la emoción recordó los seis años de trabajo, a la vez que aseguró que «si no fuera por el COVID-19, abrazaría» a todos sus compañeros.
Elevar el vuelo en Marte no es empresa fácil. Aunque la gravedad es aproximadamente un tercio de la nuestra, la presión de la atmósfera en la superficie solo es el 1% de la terrestre. Por eso, sus palas tuvieron que rotar mucho más rápido, 2.537 revoluciones por minuto.