El 4 de abril de 2018, se produjo un encuentro entre Jeff Bezos, fundador de Amazon, y el príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohamed bin Salmán, durante una cena en Los Angeles. En el encuentro Salmán escribió a Bezos.
De acuerdo con una nota de El País, para mayo de ese mismo año Bezos recibió un archivo de video MP4 por WhatsApp desde el número del príncipe. A las pocas horas, su iPhone X empezó a mandar datos a un ritmo miles de veces superior al habitual.
Desde el teléfono de Bezos salían diariamente unos 430 kilobytes diarios de datos. Según detalla el medio español, después de recibir el archivo, la salida de información aumentó hasta 126 megas (300 veces más).
Hasta febrero de 2019 se mantuvo la situación. «Los resultados iniciales no identificaron la presencia de ningún código malicioso, pero sucesivos análisis revelaron que el video sospechoso había sido enviado a través de un programa de descarga encriptado en un servidor de WhatsApp», indica un informe elaborado por un ex agente del FBI.
Un informe apunta directamente a la figura de Saud al Qahtani, un estrecho colaborador de Bin Salman y que tenía tratos desde hace cuatro años con Hacking Team, una compañía de tecnología, explica El País.
Con información de El País.
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