Esta decisión significa que todos los inmigrantes que lleguen a las costas de Trinidad y Tobago están sujetos a las disposiciones de la Ley de Inmigración y, en consecuencia, migrantes, refugiados y solicitantes de asilo pueden ser deportados aunque se hayan registrado en el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur)