Cristian Ramos y los hermanos José Alfredo y Anderson Torres Cortez fueron asesinados, según el testimonio de familiares y vecinos, por funcionarios de las Fuerzas de Acciones Especiales, conocidas como las Faes. Todo ocurrió el 25 de enero de 2019, en el caserío El Bosque, en El Tocuyo, a propósito de las protestas suscitadas después del juramento del diputado Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela.
Los funcionarios usaron el mismo patrón denunciado por Michelle Bachelet, alta comisionada de la ONU para los derechos humanos: los ejecutaron y notificaron el caso como resultado de un enfrentamiento.
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