El 28 de febrero concluyó el proceso penal contra los hermanos Natalia y Guillermo Améstica por el asesinato del rapero Tirone González “Canserbero”, causa que se inició con sus detenciones a mediados de diciembre de 2023.
La información fue aportada por el fiscal Tarek William Saab, a través de sus redes sociales. Expuso que ambos fueron “impuestos del auto de ejecución de sentencia y cómputo de la pena de 25 años de cárcel”, por los delitos de homicidio calificado, asociación para delinquir, falsa atestación ante funcionario público y obstrucción de la justicia.
La sentencia fue emitida el 1 de febrero por el Tribunal 2° en funciones de Control del Área Metropolitana de Caracas, durante una audiencia privada a la que no tuvieron acceso los abogados defensores.
Según lo detalló el fiscal general en una rueda de prensa que realizó al día siguiente, los hermanos confesaron sus responsabilidades por el asesinato de los músicos Canserbero y Carlos Molnar, amigo y productor del rapero, y pareja sentimental de Natalia Améstica.
Según lo establece el artículo 375 del Código Orgánico Procesal Penal, luego del proceso de admisión de los hechos ocurrido en la audiencia preliminar, el juez tendrá potestad para rebajar la pena hasta un tercio, en casos como el de Canserbero.
Lo que se traduce en que los hermanos Améstica podrán optar a libertad condicional en 2042, cuando tendrán 18 años de pena cumplida.
Polémica sentencia
La sentencia de 25 años de prisión de los hermanos Améstica, quienes se encuentran recluidos en la sede del Comando Nacional Antiextorsión y Secuestro (Conas) de la Guardia Nacional, ocurrió en medio de una polémica desatada tras la difusión de varios audios en los que Guillermo Améstica confiesa que él y Natalia fueron torturados para que se declararan culpables.
Familiares y abogados defensores, a estos el tribunal no los reconoció como tales por lo que no se les permitió estar en la audiencia ni acceso al expediente, se pronunciaron para exigir que su imputación se dejara sin efecto, ya que no puede ser admitida una confesión bajo tortura o presunción de ella, pero sus denuncias no fueron atendidas.
Hasta la fecha, se desconoce el sitio de reclusión de los sentenciados.