Táchira.- No existe una versión oficial o precisa sobre lo sucedido en La Grita, municipio Jáuregui, en la zona de montaña del Táchira. Dos familias fueron reportadas desaparecidas, pero las autoridades suponen que pudiesen ser más de 30 personas en total, sin embargo, solo hay una denuncia formal y fue la que dio pie a que se iniciaran las investigaciones.
Henry Luna, de 20 años, primo de quien puso la denuncia en el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), relató a través de Twitter las circunstancias en las que desaparecieron estas personas debido al fanatismo religioso.
«Se fueron a una finca, quién sabe dónde, con todos los niños. Ellas -mis dos primas y mi tía política- venían comprando mucho mercado, tipo Apocalipsis zombie. Encerraron hasta la casa y todo porque supuestamente ya venía el fin del mundo. Esa creencia del fin del mundo se las metió en la cabeza una señora, que es la que publican como la directora de la secta. En una reunión que tuvieron, porque según una de las desaparecidas, hablaba con la Virgen”, publicó.
El Pitazo pudo conocer que la situación en La Grita es de tensión entre los ciudadanos, quienes saben que hay un tema religioso de por medio, pero temen que se trate también de otras cosas.
“Dicen que está lo de la Virgen, que supuestamente le habló sobre el fin del mundo a una mujer, pero también que es tráfico de personas, tráfico de órganos, la guerrilla o cualquier otro grupo. La señora Rosa había pasado por aquí a decirnos que el mundo se iba a acabar, pero yo no estaba dispuesta a dejar mi casa. Si se acaba, se acaba conmigo en mi hogar y con mi familia”, indicó una habitante de la localidad que pidió reservar su identidad.
Luna menciona a esa misma mujer -Rosa- en su relato. Su primo, padre de uno de los menores de edad, había sido excluido de la familia por “tener un demonio”. Sin embargo, su tío sí fue invitado, pero rechazó asistir al ritual. “Mi tío fue el que relató la historia de lo que había sucedido porque a él lo invitaron a la finca, que no se sabe si era un retiro espiritual o es un búnker a prueba de zombies por ahí escondido en una montaña. Él no quiso ir, aparentemente se fueron sin avisarle a nadie”, precisó.
La fuente consultada por El Pitazo explicó que los familiares de los desaparecidos evitan hablar, saludar o interactuar con sus vecinos. Además, los rumores y especulaciones se escuchan en cada establecimiento o local. “No sabemos nada, pero de alguna manera se siente miedo”, aseveró.
Las personas están desaparecidas desde el 22 de agosto, pero las investigaciones no se iniciaron hasta que hubo una denuncia formal. Para intentar localizar al grupo fueron desplegados seis funcionarios de Protección Civil Táchira, cuatro de Protección Civil Jáuregui, tres guardaparques de Inparques, 10 efectivos del Cicpc, tres del Destacamento 214 de la Guardia Nacional y tres efectivos de la Policía Nacional Bolivariana.