Acarigua.- Por los delitos de explotación sexual de niños y trato cruel, un tribunal municipal de la ciudad de Guanare, en Portuguesa, imputó a una mujer de 34 años de edad, que presuntamente permitía actos lascivos de parte de su pareja contra sus hijas de 6 y 7 años. Al supuesto agresor sexual también se le impusieron los mismos cargos penales.
El acto judicial se llevó a cabo el sábado 20 de marzo, ante el Juzgado Segundo Municipal en funciones de Control de Guanare. Pero la aprehensión de los dos implicados ocurrió cuatro días antes, el martes 16 de marzo.
Autoridades policiales identificaron al hombre como Jesús Hurtado Vargas, un vigilante de 48 años de edad. Sobre la mujer se dijo que responde al nombre de Wilmary, y no se emitieron más datos por razones de ley para la protección de sus dos hijas, víctimas del abuso.
Es el cuarto caso de abuso sexual contra niños denunciado ante las autoridades de la región, en menos de 10 días. Este último procedimiento fue realizado por funcionarios de la estación José Gregorio Hernández de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), en dos puntos distintos de la ciudad de Guanare, luego de la denuncia que realizaron vecinos de la zona donde se registró el hecho, que aparentemente escucharon los gritos de las dos niñas, según la minuta oficial.
Ambas habían sido dejadas solas con Hurtado Vargas. Estaban bañándose en un tanque. Una comisión policial se presentó en el sitio y luego de interrogar a las niñas, una de éstas relató que el hombre le había tocado sus partes íntimas.
LEE TAMBIÉN
Claves | El caso de Linda Loaiza encontró solución en la justicia internacional
Ante esta situación, los uniformados practicaron el arresto de Hurtado Vargas y fueron por la madre de las niñas. La mujer fue detenida en el barrio Monseñor Unda de la capital portugueseña. Dijo que el hombre era quien las mantenía.
La defensa de los detenidos precisó a El Pitazo que no hubo violencia sexual, situación que se determinó mediante una prueba anticipada con la que se logró la declaración de las víctimas, y solo una de las niñas, la mayor de 7 años, afirmó que el hombre imputado tocó sus partes íntimas.
«Realmente hubo solo actos lascivos contra la niña de siete años, aunque el Ministerio Público solicitó la imputación de los delitos de abuso sexual y el juzgado terminó imputando explotación sexual de niños y trato cruel», expresó el abogado, que pidió el resguardo de su identidad.
El profesional del derecho manifestó su preocupación por la actuación del Ministerio Público que permitió someter al escarnio público a los investigados sin haberse realizado el juicio oral y público, estando investidos por el principio de presunción de inocencia.