El director del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), Douglas Rico, informó de la detención de un hombre de 44 años que captó y prostituyó al menos a 70 mujeres con edades comprendidas entre los 15 y 22 años.
El nombre del detenido es Pablo Reyes, quien creó un perfil falso en Facebook, red social en la que se hacía pasar por una mujer llamada Mishele Cedeño, cuyo fin era captar a adolescentes y jóvenes para explotarlas sexualmente.
Tras una averiguación realizada por funcionarios de las divisiones de Trata de Personas e Investigaciones de Campo del Cicpc, se logró su ubicación y detención en el sector Campo Rico de Petare, en Caracas.
El modus operandi
El agresor sexual ofrecía propuestas lucrativas a jóvenes para que enviaran fotos y videos íntimos. Les detallaba que serían “modelos eróticas”.
Cuando se ganaba su confianza las invitaba a hoteles en Caracas tras asegurarles que les haría sesiones de fotos. Cuando las víctimas llegaban, se conseguían con Pablo Reyes, quien las forzaba a sostener relaciones sexuales con él y con otros hombres.
A la vez que el hombre engañaba a las jóvenes haciéndose pasar por una mujer que quería convertirlas en modelos eróticas, también concretaba citas con hombres a quienes les ofrecía los servicios sexuales de sus víctimas.
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Para ello mostraba un catálogo de fotos de las adolescentes y mujeres sin su consentimiento. Estas imágenes y videos también eran vendidas en páginas de contenido pornográfico.
Reyes cobraba determinada suma de dinero por el encuentro y amenazaba a las mujeres para que realizaran actos sexuales con los hombres contactados.
Al momento de su detención, Reyes se encontraba con una joven que bajo engaño se dirigía a un hotel a encontrarse con la supuesta Mishele, quien le haría la engañosa sesión de fotos.
Los funcionarios decomisaron como evidencia una libreta de anotaciones en la que Pablo Reyes guardaba nombres y números telefónicos de las víctimas y de los hombres que contrataban los servicios. También se decomisó un celular, un disco duro y una laptop en la que se guardaba el contenido íntimo de las víctimas. El procedimiento fue puesto a la orden de la Fiscalía N° 85 del Ministerio Público.