Caracas. Dos sacos de harina fueron el valor que dos desconocidos le dieron a la vida de José Manuel Castaño Acevedo, 38 años. El hombre tenía una panadería en el sector Loma Andina, en el kilómetro 3 de El Junquito, y era víctima de extorsión. El miércoles 22 de mayo no pagó y le dieron a cambio dos disparos.
Desde niño, Castaño Acevedo se dedicó a la panadería. Hace cuatro años montó una propia detrás de su vivienda, en Loma Andina. Le puso «Yusdeily» en honor a la unión de los nombres de varios de sus hijos.
A las 10:30 am, aproximadamente, Castaño Acevedo se encontraba atendiendo su negocio. Se acercaron los dos hombres que tenían meses cobrándole vacuna: dos kilos de harina cada semana, específicamente.
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El lunes, Castaño Acevedo recibió abastecimiento de harina. Uno de sus familiares, quien pidió la omisión de su identidad por seguridad, indicó que «los chamos lo vigilaron». «Cuando se enteraron que vino la gandola, vinieron al otro día. Le pidieron la harina, él se negó y le dispararon dos veces», comentó la persona en presencia de otros integrantes de la familia.
La víctima recibió un disparo en la espalda y otro en el rostro. Un vecino que escuchó lo que sucedía esperó que los desconocidos huyeran del sitio y sacó su carro. Lo trasladó al hospital Miguel Pérez Carreño, pero llegó sin signos vitales.
El hombre que ayudó al comerciante recibió amenazas al llegar nuevamente El Junquito. Y las amenazas tuvieron su efecto, porque unos funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc) lo pidieron como testigo y él decidió no acudir a la avenida Urdaneta a declarar.
Los victimarios fueron identificados por los vecinos de la comunidad con los apodos de «el Dani» y «el Wilfre».
José Manuel Castaño Acevedo deja seis hijos: uno de nueve años, otro de ocho, dos de tres, una de cinco y uno de dos.