Daniel Corrales, de 44 años, denunció el jueves, 4 de mayo, desde la morgue de Bello Monte, una agresión de la que fue víctima. Señaló a un grupo de niños como los responsables, que lo abordó en el bulevar de Sabana Grande el 2 de mayo.
Al recibir el informe forense aún podía notarse la sangre que brotaba de su cabeza. Sufrió politraumatismos también en el tórax, rostro, cuello, brazos y piernas.
Según relató, el lunes, feriado por el Día del Trabajador, acudió a compartir con sus amigos. Estaba en casa de su hermano y de allí decidió ir a casa de su novia, ya pasadas las doce de la noche. Aseguró que luego del ataque se percató de la «imprudencia» que cometió por transitar el bulevar tan tarde.
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Dijo que cuando caminaba cerca del edificio Banco Metropolitano, se sorprendió al ver a una adolescente con una edad estimada entre 13 y 14 años. Luego se le acercó un niño de unos ocho años y cuando este aceleró el paso se vio rodeado de otros infantes más, quienes se le lanzaron encima.
Lo despojaron de su teléfono, billetera y pasaporte, tal y como lo declaró en el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), para validar que ya no poseía sus documentos ni teléfono.

En medio de la consternación que le produjo el ataque de este grupo de niños, pidió a las autoridades mayor seguridad durante las noches en esta zona del municipio Libertador. «La calle es del ciudadano, no del delincuente, el delincuente debe estar en las cárceles», concluyó.