Punto Fijo.- Dos semanas tenían los padres de Gilbert Auren Dávila que no sabían de su paradero, ya que hace seis meses había emigrado a Colombia con un grupo de amigos para buscar un mejor futuro. El lunes en la noche fueron alertados por unos vecinos que el cuerpo del segundo de sus cuatro hijos estaba en la morgue de un hospital en Cali, luego de haber sido arrollado hace dos semanas.
Gilbert Auren esperó cumplir los 18 años para irse del país en busca de tener un mejor futuro. Solo llevó el pasaje y en las calles de Colombia vendía café; también embolsaba los alimentos a los compradores en los supermercados de Bogotá.
Sin embargo, hace dos semanas salió a Cali. Según le contaron los amigos a los padres de Gilbert, él tomó una cola en un camión, pero resbaló en la vía y se cayó al pavimento, un camión que iba detrás lo arrolló y murió de forma instantánea.
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Era soltero, recientemente graduado de Bachiller en Ciencias y residía en el sector Bicentenario de Punta Cardón, en la Península de Paraguaná. Siempre le gustó trabajar y, aunque lo hacía en Punto Fijo, el dinero no le alcanzaba ni para sus gastos básicos; por ello decidió irse.
Su familia es de escasos recursos y no tienen teléfono inteligente, por lo que se comunicaban con él por medio de vecinos, los mismos que ayudaron a conseguir noticias de Gilbert y darle la notificación a la familia.
Con el desespero que les produjo la noticia el lunes a los padres, los vecinos y amigos recogieron dinero para que se vaya solo el padre de familia al vecino país con la esperanza de repatriar el cuerpo de su muchacho a Venezuela.