Caracas.- Según los registros que manejan en la morgue de Bello Monte, suman once las víctimas asesinadas en el contexto de manifestaciones registradas desde la madrugada del lunes hasta el miércoles 23 de enero en Caracas.
De forma extraoficial se conoció que de la lista de los fallecidos durante las protestas, donde hasta la tarde del jueves se contabilizaron ocho muertos, fue restado uno de los casos en la parroquia La Vega, que fue por enfrentamiento con funcionarios policiales y no en el contexto de manifestaciones, según una fuente del organismo forense.
Las víctimas más recientes fueron dos mototaxistas, asesinados en La Vega. Los habitantes del barrio Los Mangos, sector San Rafael de esa parroquia, no quedaron excluidos de las protestas antigubernamentales, el pasado 23 de enero.
De acuerdo a relatos recabados en la zona, no hubo un vecino que escondiera su rostro por temor. Las súplicas eran las mismas en todo el barrio: falta de agua, electricidad y el alto costo de los productos básicos.
Ese día, como de costumbre, no había agua en el sector, por lo que Kevin Antonio Cárdenas Blanquez (22) y Luis Alberto Martínez (39), ambos vecinos de casas contiguas y mototaxistas del sector, decidieron aprovechar un día de asueto y cargar agua para sus viviendas.
Así estuvieron todo el día. Pero al final de la tarde hubo un alboroto. Se corrió el rumor de saqueos y destrozos a varios establecimientos comerciales en otros barrios.
Con los tobos en los hombros, Cárdenas y Martínez caminaron en medio de las personas que corrían, bajo la amenaza de la Guardia Nacional.
De pronto, un hombre dueño de una panadería pensó que saquearían su negocio y en defensa disparó su arma de fuego contra las personas que iban de un lugar a otro. En el hecho, varios residentes resultaron heridos, pero Cárdenas y Martínez no corrieron con la misma suerte.
Los hombres quedaron en el suelo. Ya habían fallecido cuando fueron ingresados al hospital Miguel Pérez Carreño.
Cárdenas tenía tres tiros. Dejó huérfana a una niña de dos años de edad, mientras que Martínez, tenía un tiro en el intercostal izquierdo que lo bandeó y le perforó el pulmón. Era padre de una adolescente de 13 años de edad.
En la morgue de Bello Monte, los familiares dijeron que el dueño de la panadería huyó de la zona. A Cárdenas y Martínez se agrega Johán David Cabrera Camejo, quien resultó muerto por arma de fuego en la región infraescapular izquierda, con orificio de salida en la región pectoral izquierda. Fue herido en la protesta del 23 de enero, en el kilómetro 5 de la carretera Panamericana, y murió en el hospital Miguel Pérez Carreño.
Otra víctima de la represión militar fue Samuel Oropeza Borges, quien recibió un tiro en la región hipocondrio izquierda, con orificio de salida en la región infraescapular izquierda al toracoabdominal. Fue herido en Las Adjuntas y murió también en el hospital Miguel Pérez Carreño.
Todas las autopsias fueron presenciadas por un Fiscal de Derechos Fundamentales del Ministerio Público.