Mérida.- Cuatro hombres fueron humillados y fuertemente heridos con armas blancas y objetos contundentes al interior de un refugio propiedad de una iglesia evangélica en Mérida. El hecho ocurrió la tarde del martes, 16 de febrero, en el sector El Arenal del municipio Libertador, donde se ubica la capital del estado.
Las personas atacadas vivían antes en condición de calle y fueron cobijadas en la casa de restauración llamada «12 Hombres de Valor», que pertenece a la iglesia cristiana evangélica. Allí, además de residir, rezaban a diario y recibían orientación por parte del pastor Cristian Dugarte. Además del daño físico causado a estos hombres, el recinto fue destruido por los delincuentes.
Dugarte informó a la prensa este miércoles, 17 de febrero, que dos de las víctimas están recluidos en el Instituto Autónomo Hospital Universitario de Los Andes (ULA) por presentar heridas de gravedad. Una de ellas tiene un pulmón perforado y la otra debe ser sometida a una cirugía por las lesiones causadas.
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«El púlpito lo partieron en las costillas de nosotros»
Uno de los hombres heridos relató lo ocurrido a otro pastor de la iglesia, quien lo grabó en un audio que circuló por grupos de WhatsApp la noche de ayer, 16 de febrero.
«Cuando yo voy saliendo a la puerta de la casa veo que venían dos tipos armados y me dicen ‘lánzate al piso’. Yo me regresé, me senté en la cama y no me lancé a ningún piso (…) Llegó uno de ellos y me lanzó al piso, y ahí nos taparon la cara y nos empezaron a golpear con los tubos, con los palos, con el hacha, con el púlpito lo partieron también en las costillas de nosotros», dijo la víctima.
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Amenazas previas
El pastor evangélico denunció que el ataque fue el resultado de amenazas recibidas previamente por los delincuentes, a quienes asegura tener identificados. Sin embargo, aún no han sido detenidos. La denuncia del hecho fue interpuesta ante el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc).
«Solo queremos que se haga justicia porque esto no puede estar sucediendo, queremos que las personas nos apoyen. Que me apoyen porque tengo familia, tengo hijos, tengo mi esposa y esto es algo delicado», dijo Dugarte.
Refirió el pastor que hace dos semanas, aproximadamente, un hombre lo amenazó a él y a los residentes de la casa de restauración, exigiéndoles cesar las actividades que allí realizan . Sin embargo, la comunidad los ha defendido y apoyado en reiteradas ocasiones.