Maturín.- A Carlos Rafael Lozada Mota lo asesinaron por negar un trago de ron. Su homicida se presentó en el lugar donde estaba reunido con un grupo de amigos desde la mañana del domingo 23 de junio. La familia del fallecido asegura que el criminal es conocido por ser un hombre violento con antecedentes policiales.
Carlos Lozada era verdulero en el mercado municipal de Caripito, municipio Bolívar del estado Monagas. Tenía 32 años. Su asesinato ocurrió la tarde del domingo en el sector conocido como El Rincón Criollo, donde los comerciantes del mercado acostumbran a reunirse después de trabajar.
Los dolientes relatan que el agresor llegó, pidió un trago y al recibir una respuesta negativa, tomó una botella del piso y se la rompió en la cabeza a la víctima. La acción de “El Ñeco”, como es conocido el homicida, desencadenó una pelea entre el grupo, que no se dio cuenta cuando el hombre sacó un cuchillo e hirió a Carlos.
Los amigos lo llevaron hasta el hospital de Caripito, pero los médicos lo remitieron al Manuel Núñez Tovar, en Maturín, porque no contaban con los insumos para atenderlo. Tenía una herida en el abdomen. Carlos murió una hora más tarde, cuando ya habían gestionado el traslado.
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“El Ñeco” fue detenido por una comisión de la Policía Nacional Bolivariana. De acuerdo con la información que suministró la familia de la víctima, ahora se intenta hacer pasar por un hombre con problemas mentales que no recuerda lo que hizo.
Los Lozada Mota son una familia humilde, que no tiene recursos ni siquiera para comprar una urna. La que llevaron a la morgue del hospital se la donó la Alcaldía de Bolívar. El traslado del cuerpo hasta El Rincón de Caripito, donde vivía la víctima, lo harían en una camioneta sin cabina de uno de los dolientes.