El presidente Nicolás Maduro recalcó este lunes que la frontera con Colombia seguirá cerrada hasta que no se cumplan unas condiciones mínimas, que incluyen la captura de los autores del ataque a militares venezolanos y el desmantelamiento de los «grupos paramilitares» en la zona.
En una conferencia de prensa con medios internacionales que se centró en los problemas con Colombia, Maduro descartó que «a corto plazo se puedan cumplir esas condiciones mínimas» para la reapertura fronteriza.
«La frontera va a seguir cerrada caballeros, hasta que no restablezcamos un mínimo de convivencia, de respeto a la legalidad y a la vida, y a la economía. Va a seguir cerrada, digan lo que digan en Bogotá, en Cúcuta, no me importa lo que digan de mí«, afirmó Maduro.
El presidente venezolano aseguró que el ataque del pasado jueves a tres militares y un civil venezolanos «no ha sido casual, sino una orden por la que se pagó 100 millones de pesos colombianos» detrás de la cual están «los paramilitares dirigidos por (el expresidente colombiano) Álvaro Uribe«, contra quién espera que «haya justicia internacional».
«Detrás del pueblo noble que viene a trabajar vienen las bandas de contrabandistas, de paramilitares», dijo Maduro sobre lo que calificó como «una invasión paramilitar silenciosa» en el marco de un «plan especial decretado por Uribe para acabar con la revolución bolivariana».
Maduro destacó que desde la muerte de su antecesor en el cargo, Hugo Chávez, «ha empeorado la conspiración contra Venezuela» y afirmó que en un año han neutralizado productos relacionados con el contrabando y el acaparamiento de alimentos suficientes «para satisfacer por dos meses la demanda de Venezuela».
«Venezuela es víctima del paramilitarismo y el narcotráfico, del modelo capitalista de la derecha colombiana», insistió Maduro y se preguntó «cuánto daño le han hecho el narcotráfico y el paramilitarismo de Colombia a Suramérica».
El presidente confió en que la reunión del próximo miércoles en Cartagena entre las cancilleres de Venezuela y Colombia junto a gobernadores de las zonas fronterizas afectadas «sea un paso positivo» para «construir una nueva frontera, productiva, sana, humana, respetuosa de la vida, de la ley y del derecho internacional».
«El objetivo de la reunión el miércoles es hacer una profunda y dramática exigencia porque ya basta. Llevemos todas las pruebas de cómo entrenan a venezolanos allá para venir a asesinar a Robert Serra«, señaló en referencia al diputado chavista asesinado en octubre de 2014 en su casa de Caracas.
Y confió en que en Cartagena se pongan las bases para que «sea abolida definitivamente la dictadura terrorista que han impuesto en la frontera tanto de Colombia como de Venezuela los grupos criminales paramilitares, las bandas criminales, contrabandistas».
A su juicio, el cierre de la frontera «ocasiona grandes bienes» para reestructurar la zona de los «graves daños» ocasionados por «los paramilitares y contrabandistas».
Maduro además remarcó la necesidad de limitar la inmigración colombiana hacia Venezuela y señaló que su país «no aguanta más, Venezuela está luchando por su dignidad, por su desarrollo y no aguantamos más porque se están viniendo en éxodo masivo».
«Y ahí tenemos los datos, este año han llegado 121.000 colombianos«, insistió Maduro antes de destacar por otra parte, que el precio del barril de petróleo venezolano se situaba hoy en 37 dólares frente a los cerca de 100 dólares a los que se cotizaba hace 11 meses.
En tanto, el presidente venezolano anunció que ya fueron identificados los presuntos paramilitares colombianos implicados en el ataque a los militares venezolanos, y que fue detenida una mujer de entre ellos y están «a punto de capturar al resto».
Explicó que «desde hace semanas» se estaba haciendo seguimiento a estos supuestos criminales y dijo que su captura se realizó «gracias a la colaboración de todas las autoridades colombianas y del presidente (Juan Manuel) Santos».
Asimismo, Maduro informó de la detención de 10 paramilitares en el barrio La Invasión de San Antonio del Táchira, donde se cerró uno de los pasos hacia Colombia en un operativo donde también se encontraron armas, explosivos, «uniformes de paramilitares e insignias de paramilitares».
El mandatario añadió hoy además un nuevo municipio fronterizo a los cinco en los que declaró el pasado viernes el estado de excepción por 60 días para combatir el contrabando y los grupos de delincuencia organizada.
Maduro también contempló la posibilidad de activar una solicitud de apoyo a la Unasur, cuya presidencia actualmente ostenta Uruguay, así como invitar a Caracas al secretario general de ese organismo, el expresidente colombiano Ernesto Samper, con el fin de «canalizar toda esta circunstancia que estamos afrontando en la frontera».
Maduro "no ve" a corto plazo condiciones mínimas para reabrir la frontera
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