En sus funciones como ministra del Servicio Penitenciario, Iris Varela inauguró en 2018 una cárcel modelo para mujeres en Los Teques, la cual nombró Centro para Procesadas Femeninas La Crisálida, usando el término que define la fase de metamorfosis de las mariposas para describir la transformación positiva que experimentarían.
En este espacio, se encuentran actualmente 71 detenidas por las protestas poselectorales, la mayoría con edades entre 19 y 21 años, quienes no tienen acceso a una alimentación balanceada, tampoco al agua para asearse a diario, según han denunciado ONG y sus familiares. Se desconoce, además, la cantidad de presas comunes que hay en el lugar, que tiene una capacidad para 600 mujeres.
El lunes 28 de octubre, el Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) emitió un comunicado para denunciar un brote de piojos que existe en este reclusorio, debido a la falta de higiene personal que presentan las detenidas por motivos políticos.
Familiares denunciaron ante esta organización que los custodias ingresan diariamente solo dos tobos de agua a cada celda, en la que permanecen entre 12 y 15 reclusas, lo que les alcanza para lavarse sus partes íntimas, por lo que asean el resto de su cuerpo con toallas húmedas.
Los Teques | Reclusas de cárcel Las Crisálidas piden ayuda a gritos ante presuntos maltratos
Cada una puede lavarse el cabello una vez a la semana, también les impiden el ingreso de champú contra piojos y no tienen acceso a tijeras para cortarse.
Representantes del Foro Penal estuvieron el miércoles 30 de octubre a las afueras de la cárcel entrevistando a familiares para conocer el estado de salud y el estado jurídico de las detenidas. El director de esta organización, Alfredo Romero, aseguró desde el sitio que ese día permitieron el ingreso de agua y galletas, lo que en los últimos tres meses estaba prohibido.
“Hubo traslados recientes desde Trujillo y La Guaira, varias de las presas políticas tienen problemas de salud por lo que deben recibir tratamiento urgente. Familiares presentaron denuncias de su situación ante el Ministerio Público y Defensoría del Pueblo”, informó el abogado.
Cárcel modelo
En la estructura de La Crisálida funcionó hasta el 14 de enero de 2014 el Internado Judicial de Los Teques, cuya construcción data de los años 50, porque se suscitaron hechos violentos en sus últimos 4 años. Destaca un tiroteo durante unos días de visita que causó una visitante y 5 reclusos muertos y 16 heridos. Está ubicada en una zona residencial llamada El Retén, ya que sus fundadores comenzaron a construirla en los alrededores del conocido retén de hombres.
Según detalló Varela en 2018, el centro sería una referencia en cárceles del país. De acuerdo con su exposición, el personal calificado para trabajar en este centro implementaría “la disciplina, educación, cultura y deporte para la humanización y transformación de la mujer nueva”, tal y como lo reseñó una nota de prensa publicada en el portal web del ministerio.
Pero la cárcel modelo no ofrece las condiciones mínimas de acuerdo con las denuncias hechas por las ONG, que también revelan las condiciones infrahumanas en las que duermen, pues el personal les entregó colchonetas muy delgadas para que las colocaran en literas.
Sin embargo, estas colchonetas son tan finas que los tubos de las camas las lastiman mientras intentan dormir, denunció el OVP. Esta incomodidad llevó a varias de ellas a juntar dos en una sola cama para acostarse en pareja, otras prefieren dormir en el suelo.
Durante octubre, se registraron dos requisas en la cárcel en las que hubo violencia y amenazas por parte de las custodias, denunciaron las propias presas a través de un video que difundieron desde uno de los patios donde presuntamente las encerraron.
Estos dos procedimientos ocasionaron traslados hacia el Instituto Nacional de Orientación Femenina (INOF), también ubicado en Los Teques, y a un anexo en la cárcel de Tocorón en el estado Aragua.
Centro de producción
Entre otras de las características de la cárcel modelo descritas por la exministra Varela en 2018, destacan la creación de una granja avícola y áreas para la siembra, donde se formarían las privadas de libertad para fortalecer el autosustento y combatir la “guerra económica”.
Se desconoce si este centro de producción llegó a consolidarse y la población penal percibe beneficios, pero familiares de las presas políticas también denunciaron al OVP que pueden verlas cada 15 días, lapso en el que las notan cada vez más delgadas. “Las denuncias apuntan a que comen arepa dura con mortadela, carne molida con pasta o arroz, o arroz con auyama. Además, señalan que los alimentos a veces tienen cabellos, saliva o descompuestos”, reseñó la organización.