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jueves, 28 marzo, 2024

Investigación contra Samark López se inició hace dos años tras la compra de medios

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Angélica Lugo El Pitazo

Cerca de las 5 pm del lunes 13 de febrero de 2017, Samark López Bello ya estaba enterado de que se le venía el mundo encima. A esa hora, según reveló una fuente cercana al empresario venezolano sancionado por presuntamente ser el soporte financiero del vicepresidente Tareck El Aissami, el economista conoció que sería objeto de una sanción por parte del Departamento del Tesoro de EEUU, lo que provocó la incautación de 13 de sus bienes en ese país, entre ellos dos apartamentos y un avión.

Samark José López Bello nació en Tucupita, estado Delta Amacuro, en el seno de una familia sin mayores riquezas, informaron a El Pitazo antiguos vecinos. En su página en Internet, López Bello se vende como un empresario exitoso y filántropo que promociona las actividades de sus empresas, en ocasiones vinculadas con su supuesta afición altruista, como cuando Profit Corporation —una de sus empresas ahora sancionada por EEUU y vinculada al narcotráfico— remodeló la catedral de Tucupita, un templo religioso construido en 1736 que “enfrentaba el colapso” luego de “tres décadas de abandono”, según se lee en una nota publicada por sus publicistas.

El empresario venezolano de 42 años de edad, egresado como economista de la Universidad Central de Venezuela a finales de la década de los 90, posee una fortuna mil millonaria, con empresas registradas en el Caribe, EEUU y países europeos. Solo el avión que le fue incautado este lunes por las autoridades del Departamento del Tesoro, un Gulfstream 200, tiene un valor en el mercado mayor a los 15 millones de euros.

Su nombre se hizo público a mediados de 2013, cuando Alberto Federico Ravell, director de La Patilla, lo vinculó con la compra de la Cadena Capriles (ahora Grupo Últimas Noticias), el conglomerado de medios más grande del país. Se le responsabiliza de haber adquirido el medio de comunicación como testaferro de Tareck El Aissami, hecho que no ha podido ser confirmado. También se le ligó a la transacción para el cambio de dueño de El Universal, donde la mayoría accionaria sería del operador financiero Rafael Sarría.

La sospecha acerca de la participación de López Bello en ambas negociaciones, llevó a las autoridades de EEUU a iniciar una investigación “en febrero de 2015 acerca de las propiedades del empresario en ese país y sus vinculaciones con políticos venezolanos pertenecientes a la jerarquía chavista”, dijo a El Pitazo una fuente que participó en la búsqueda de información.


Una foto de Samark López Bello, publicada en la cuenta en Twitter @samarklopez, en la que se muestra como un empresario y filántropo

Ya para esa fecha, el empresario contrató un bufete de abogados en Washington con la intención de tratar de normalizar su situación ante las autoridades estadounidenses y mantener a su esposa e hijos viviendo en Miami, donde pasaba la mayor parte del tiempo.

Pero otros dos escándalos más han puesto en escena el nombre Samark López. En el caso “Pudreval”, donde toneladas de alimentos se descompusieron, la compañía Sahect, propiedad de López, fue denunciada por la diputada Aura Montero, ante la Fiscalía General de la República, por presuntamente tener responsabilidad en el hecho. También, fue señalado públicamente de estar implicado en las denuncias de corrupción en el Trolebús de Mérida, cuando ocupaba el cargo de Director de Planificación y Presupuesto, durante la gestión del exgobernador Florencio Porras.

El inicio de la relación con El Aissami

Cuando López Bello llegó a Mérida había dejado atrás su época de estudiante en la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales (Faces), donde se destacó por ser un buen estudiante, según recuerda un profesor de la época.

De esos tiempos de estudiante, lo recuerdan por ser un habitual usuario del comedor, por ser un muchacho residenciado, sin mayores oportunidades de ingresos. Además, en esos años se acercó al movimiento de izquierda Bandera Roja, sin llegar a ser un militante formal, donde compartió, entre otros, con el ahora parlamentario Stalin González, indicó un exalumno de la UCV.

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Esa fuente sitúa en esa fecha el inicio de la relación con Tareck El Aissami, pero otra persona consultada asegura que ocurrió en Mérida, cuando López Bello llegó a ocupar la Dirección de Planificación y Presupuesto de la gobernación merideña, donde estuvo hasta 2004, lo que coincidió con la época en que el hoy vicepresidente era la máxima autoridad de la Federación de Centros Universitarios de la ULA.

No obstante, en el comunicado de prensa enviado este lunes 13 de febrero por el equipo del empresario, se reconoce que López Bello y El Aissami mantienen vínculos desde hace muchos años, aunque se niega cualquier relación del economista con el narcotráfico.

De acuerdo con fuentes consultadas, a partir de 2004, cuando deja la gobernación, López Bello comienza la construcción de su emporio empresarial, no sin antes mostrar tropiezos y un veloz ascenso.

El perfil publicado por Poderopedia en 2014, señala que: “En 2007 el Banco Venezuela lo demandó en Puerto Ordaz, estado Bolívar, por una deuda de 200 mil bolívares fuertes. Pese a estos problemas financieros, su vida empresarial se ha expandido progresivamente”.

Se mueve entre Caracas, Miami y Boston

Fuentes consultadas por El Pitazo revelaron que Samark López Bello se mueve entre Caracas, Miami y Boston junto con su esposa, Loisinette Leiva. Es en el estado de Florida donde ha registrado también una red de empresas y propiedades como Sahec Holding, Allegra Petroleum Supply, MF Food Service, Agusta Grand, L H Supplies Industries y dos inmuebles en la Brickell Avenue de Miami, según consta en la División de Corporaciones de Florida.


Samark López Bello junto a su esposa, Loisinette Leiva

Un vistazo a las cuentas en redes sociales de familiares y amigos de la pareja de López Bello deja ver que allegados que trabajan para una de sus empresas, Profit Corporation, registrada en Caracas y con sede en El Rosal, también viajan por estos destinos. Profit Corporation, que ha recibido al menos 11 contratos de la estatal Petróleos de Venezuela S. A. (PDVSA) desde 2010, aparece entre las empresas sancionadas por el Departamento del Tesoro de los EE.UU.

El expediente de Profit Corporation ante el Registro Nacional de Contratistas (RNC) muestra contratos y obras adjudicadas por Pdvsa.

Todos los contratos de las firmas Profit Corporation y SMT Tecnología habían sido obtenidos a través del Estado con empresas como PDVSA, Cantv, Corpoelec, el Ministerio de Energía Eléctrica, el Ministerio de Comunicación e Información (MinCI), la alcaldía de Distrito Capital —en manos del oficialismo—, la Radio del Sur y Fundación Grupo de Investigación Social XXI (conocida como encuestadora GISXXI).

Personas cercanas a la familia de López Bello aseguran que siempre ha sido muy reservado. Nunca ha hecho públicos detalles de su vida íntima. Su esposa Loisinette Leiva es politóloga y economista egresada de la Universidad de Los Andes (ULA), institución educativa en la cual interactuó El Aissami, hoy supuesto socio de su esposo.

Leiva creció en Puerto Ordaz, pero casi toda su vida vivió en Barquisimeto, en la urbanización Chucho Briceño, cerca del núcleo de la Fermín Toro en Cabudare. Ella es la mayor de tres hermanos. Conocidos de López Bello aseguran que su familia tiene una vivienda en Boston, pero no se han conseguido documentos que comprueben esta versión.

“Entre 2002 y 2003 Loisinette Leiva empezó a salir con López Bello. Pero cuando formalizaron su relación ella se desvinculó de varias amistades. Sólo ha mantenido contacto con Mayte Ramírez, compañera de estudio de Economía, y con Yorlenis González, una de sus amigas de la infancia. Ambas son su mano derecha y viajan con ella, pese a que las dos siempre han sido de clase media baja”, precisó una de las personas allegadas a la esposa de López Bello.

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