Un grupo de venezolanos retornados protestó en las instalaciones del Pasi de Guana, municipio Guajira, cuando los funcionarios de seguridad dispararon perdigones y lacrimógenas para dispersarlo.
Según una de las afectadas, la semana pasada les habían informado que este martes serían traslados hasta sus estados de origen. Sin embargo, llegando el día fueron informados de que 49 de ellos habían dado positivo en la prueba para COVID-19.
Tras la acción de los cuerpos de seguridad, una niña de dos años resultó herida con una bomba lacrimógena. También fue lesionada una adolescente de 17 años. Los venezolanos aseguran que en este centro de atención social «están encerrados sin poder salir y sin comida”. Una de las personas afectadas denunció que fueron víctimas de agresiones. “El militar llegó alzado tirando lacrimógenas y golpeando a los muchachos. Aquí estamos mal, nos están agrediendo porque salimos a exigir una respuesta ya que supuestamente estamos contagiados. No podemos salir, no hay agua ni comida y hay dos personas heridas”.
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El hecho se registró este lunes 20 de julio, aproximadamente a las 10.00 am, en la comunidad de Guana, al norte de la población de Paraguaipoa. Mientras, el Gobierno del estado Zulia se desplegaba en el Pasi ubicado en la frontera de Paraguachón, municipio Guajira, supervisando el cumplimiento de los protocolos sanitarios en los centros de atención.