Nicolás Maduro dijo a sus seguidores que con Falcón perderían beneficios económicos o el carnet de la patria. Foto: Liz Gascón[/caption]
Barquisimeto.- Gladys Contreras sabe lo que es vivir y sufrir en revolución. Seguir a Hugo Chávez le costó el matrimonio, perdió su casa construida por la Misión Vivienda, porque no completó el dinero de la inicial y la culparon “de abandono”, tiene un año sin consumir antihipertensivos debido a la escasez de medicinas en Venezuela, pero nada la aparta del proyecto bolivariano. El 14 de mayo esperaba con ansias a Nicolás Maduro, quien hizo el primer cierre de campaña en la llamada “calle de la suerte” de la urbanización Santa Isabel, al oeste de Barquisimeto.
El lunes, a la 1:00 pm, Gladys Contreras estaba lista para el mitin con su franela de Maduro. Convencida de que resultará electo el 20 de mayo en las presidenciales, cruzó quebradas y calles repletas de barro para reencontrarse con el primer mandatario.
La señora no tuvo acceso a los puestos más cercanos a la tarima por el control férreo impuesto en las horas previas al acto -ni los propietarios de las casas tenían permitido el ingreso-. Dirigentes locales del Partido Socialista Unido de Venezuela la veían caminar, la llamaban por su nombre, la abrazaban, pero ni esa proximidad le garantizó un pase VIP. Contreras justificó el revés con el despliegue para cuidar la vida del presidente.
[caption id="attachment_347038" align="alignnone" width="1100"] Gladys Contreras perdió un matrimonio de 10 años, porque su esposo la puso a escoger entre Chávez o él. Ella eligió el camino político y votará por Maduro. Foto: Liz Gascón[/caption]
Pasó por cuatro entradas y en ninguna le reconocieron su cargo en el Frente Francisco de Miranda. Cuando le impedían el acceso se acordó del día que le “arrebataron la casa que le construyó Chávez”, porque le faltaron 14 millones de bolívares de la inicial y de la vez que la apartaron de cargos de elección popular por competencias insanas dentro de las bases del Psuv.
A las 3:00 pm, tras dos horas de fallidos intentos, pudo colearse en las inmediaciones de la tarima porque la multitud que esperaba al presidente no se contuvo y burló las barandas que los distanciaban de la tarima central.
“En dos oportunidades, cuando vivía en Caracas, me monté con Maduro en el Metrobús desde Plaza Venezuela; no lo olvido. Yo me monté en el bus (de la revolución) y no me pienso bajar”, declaró a El Pitazo cuando recordaba los “años mozos” del ahora Presidente.
Sin casa ni remedios, Contreras reiteró que la gestión de Maduro está enlazada con el Plan de la Patria y que en su segundo mandato “dignificará la vida de los venezolanos”. También sueña con que él le construya la vivienda que todavía no ha podido tener, a pesar de su compromiso con el proyecto bolivariano.
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Entre la multitud, muchos indicaron que asistieron por convicción, otros debido a las ayudas que otorga el gobierno. Foto: Liz Gascón[/caption]
Hambre y larga espera
La jornada en la capital de Lara fue multitudinaria, porque trasladaron en autobuses a simpatizantes del Psuv y demás organizaciones populares de los nueve municipios.
Muchos declararon que asistieron por convicción y otros “por plata”, gracias a las becas que otorga el gobierno mediante sus programas bandera.
Hubo caos, regaños y la tardanza del primer mandatario nacional que llegó pasadas las 5:30 de la tarde y no a las 3:00 pm, como estaba pautado. No faltaban las muestras de apoyo y las consignas a viva voz. Tampoco las quejas por hambre y sed. Pasadas las 4.30 de la tarde, una mujer se desmayó y en una hora le siguieron seis personas más.
“No tienen qué comer”, gritaban quienes auxiliaron a los afectados. “Apenas desayunamos y tenemos dos meses sin recibir la bolsa Clap”, agregó Estefanía Mendoza, una joven integrante del movimiento Somos Venezuela en el retirado poblado de Siquisique, municipio Urdaneta.
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Las calles de Santa Isabel y las comunidades vecinas estaban en mal estado, pero llenas de gente. Foto: Liz Gascón[/caption]
Mendoza abucheó a Aristóbulo Isturiz, mientras hablaba en tarima de que “estar en primera fila tenía un precio”.
Después de horas de empujones y pedir agua sin éxito, los larenses vieron llegar a Nicolás Maduro acompañado de Cilia Flores, Jorge Rodríguez, Iris Varela, la gobernadora de Lara, Carmen Meléndez, el alcalde de Barquisimeto, Luis Jonás Reyes y a los candidatos al Consejo Legislativo, con la animación de Winston Vallenilla, junto a Omar Acedo, Daniela Cabello, el “Potro”Álvarez y otros músicos identificados con el oficialismo.
Lee también: VIDEO | Grupo de Lima hace “último llamado” a suspender elecciones del 20 de mayoEl primer mandatario viajó del Táchira a Lara. Primero inauguró el puente ferroviario sobre la quebrada La Ruezga -cuya entrega debió ser en el año 2014-. Luego arribó a Santa Isabel. Su llegada desencadenó aplausos, lágrimas y el lanzamiento de una parchita que tenía un mensaje de ayuda con un número telefónico. “Me mandaron una carta, una parchita (…) Bueno, con mucho cuidado, no me vayas a pegar por el coco esto como pasó una vez en Barcelona”, reveló Maduro, quien soltó un “na’guará” al ver el río de gente. [caption id="attachment_347049" align="alignnone" width="1100"]

