Caracas.- «La pareja de mi hijo contó cómo llegaron a su casa, los sacaron de la pieza, le agarraron la mano a Stiwar, pusieron su dedo pulgar y el índice en un captahuellas y le dijeron: ‘tienes antecedentes’. Después se lo llevaron y el resto es historia», narra Óscar Sosa, padre de una de las víctimas de las Fuerzas de Acciones Especiales (Faes) de la PNB.
El pasado 18 de enero, aproximadamente a las 6:00 am, Stiwar Jeremy Sosa Lobo, de 29 años, se encontraba junto a su novia durmiendo, cuando funcionarios de las Faes rompieron la puerta principal de su casa e ingresaron a la vivienda.
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El padre cuenta lo que le narró su nuera. «Mi hijo se asustó. No le dio chance de levantarse de la cama. A cada uno le tomaron una foto. A él le pusieron sus dedos en el captahuellas». A la dama la encerraron en un cuarto y al joven, quien hace siete años pagó pena de prisión de tres años por hurto en La Planta durante tres años, se lo llevaron.
La víctima residía en las Brisas de Propatria, específicamente en el sector Coco Frío, en el callejón la Cruz Baja. Tras ser llevado por los funcionarios, estuvo desaparecido un par de horas. Sus familiares lo buscaron en cuerpos policiales y hospitales. «Si se lo llevó el Faes y no lo conseguimos, le dije a mi esposa; vayamos a buscarlo en la morgue. Y allí estaba», refirió Óscar Sosa.
La víctima se ganaba la vida como comerciante en la economía informal y deja un hijo de 10 años.