Caracas.- La megabanda de “el Coqui” ha logrado fortalecer su gobernanza criminal en el último año pese a la pandemia del COVID-19. Su dominio abarca cinco parroquias desde la Cota 905 hasta Coche, área con al menos siete importantes dependencias policiales y militares; y desde donde se podría llegar caminando al Palacio de Miraflores en menos de 45 minutos.
Esta banda impone reglas de convivencia a los habitantes de esas zonas; se involucra con la distribución de alimentos del programa estatal, imparte “justicia”; desarrolla actividades económicas ilegales; somete a los cuerpos de seguridad, aunque tendría alianzas con algunas autoridades; reemplaza las instituciones y limita la vida de todos los ciudadanos de Caracas desde hace siete años, señala una investigación del medio digital Runrunes.
Su capacidad de actuación en Caracas queda en evidencia con hechos como el cierre de una de las principales autopistas, la toma de adyacencias de importantes dependencias militares y policiales, el robo de una moto a un médico para luego devolverla con la instrucción de difundir en redes sociales la acción, entre otros hechos que han sido de conocimiento público.
Claves | Nueve datos sobre la forma como opera la banda de “el Coqui”
Nuevos videos circularon el pasado jueves, 22 de abril, en los se pueden ver los vehículos en los que viajaban funcionarios policiales eran baleados por presuntos miembros de grupos criminales que operan en la Cota 905 y El Cementerio en la autopista Norte-Sur.
Se trata del quinto tiroteo de gran magnitud que protagoniza la banda de “el Coqui” en lo que va de año y el séptimo desde 2020. Este grupo criminal está liderado realmente por Carlos Alfredo Calderón Martínez, alias “El Vampi” o “El Gordo”, y no por Carlos Luis Revete como se creía. Es una banda armada no estatal que ejerce cada vez con más fuerza una forma de gobernanza criminal en una importante porción de territorio de la capital de Venezuela.
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