Las jóvenes Neirelys Rosmar Infante Contreras, de 17 años, y Adianez Oriana Pavone Urbina, de 20, fueron asesinadas este fin de semana en diferentes hechos. Autoridades trabajan en la identificación del victimario de la adolescente; presuntamente, un desconocido que la acosó durante una fiesta en el sector Turumo del municipio Sucre.
La celebración a la que asistió Neirelys se inició el domingo, 16 de julio, en la noche. La chica acudió con dos amigas y, según declaró su hermana a las autoridades policiales, le envió un mensaje de texto asegurándole que en el lugar estaba un hombre molestándola: el desconocido le pidió que le prestara su celular, pero ella se negó.
Nadie vio cuando la víctima salió del lugar. Neirelys era bachiller y realizaba los trámites para presentar exámenes en varias academias de policía.
Sus dos amigas se percataron de su ausencia a las 5:00 a.m. y comenzaron a buscarla por los alrededores. Se comunicaron con su hermana, quien a esa hora salió y escuchó a alguien comentar que en el barrio Horizonte de Caucagüita, acababan de dispararle a una joven.
Al llegar al lugar, se encontró con el cadáver de su hermana, a quien le propinaron cuatro disparos en el rostro. La víctima fue despojada de su teléfono celular.
Los asistentes dijeron a la policía que no sabían quién era el hombre que la abordó en la fiesta y que lo acompañaban otros tres desconocidos. Luego del acercamiento con la joven, el sospechoso salió y se instaló con sus amigos en unas escaleras frente a la vivienda donde se realizaba la reunión.
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El victimario de Adianez Oriana Pavone Urbina, Lermis Argenis Toro Castillo (30), ya está detenido en el Eje contra Homicidios de El Llanito del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), organismo del que es funcionario.
Familiares de la joven indicaron que ambos sostenían una relación sentimental desde hace cuatro meses. Se habrían conocido a través de la red social Facebook. Al poco tiempo de noviazgo, el hombre le pidió que se mudara con él y laborara en la panadería propiedad de una mujer a quien describió como su mamá de crianza.
Adianez dejó su casa familiar en Guatire y se mudó a Palo Verde. Era técnico forense, pero no ejercía.
Sus familiares aseguraron que, en el último mes, la joven les confesó que se arrepentía de la relación, porque su novio era celoso y controlador. El viernes, 14 de julio, se comunicó con su mamá y le pidió que le hiciera un pago móvil para poder regresar al día siguiente a su casa. Esa noche hablaría con él y lo dejaría.
Pero, al día siguiente, su madre recibió una llamada del Cicpc en la que le notificaron que su hija estaba muerta. La joven recibió un disparo en el pecho de parte de su pareja. Los hechos ocurrieron esa noche, cuando ambos se encerraron en su habitación.
Al entregarse, el funcionario les dijo a sus compañeros que se trató de un accidente, pero familiares señalaron que mató a la muchacha porque ella quería dejarlo. Solicitaron al Ministerio Público que se ampliaran las investigaciones para esclarecer el caso.