El ex zar de la industria petrolera venezolana y hoy diplomático Rafael Ramírez, conectó a familiares y allegados en cargos claves de la administración pública. Uno de ellos, Diego José Salazar Carreño, ganó poder luego de encargarse de todas las nóminas de seguros de la industria dirigida por su primo. A Salazar se le vincula con el caso Andorra y ahora realiza gestiones para adquirir la nacionalidad del país de la bota
Por Fiorella Perfetto
El escándalo salta a la palestra pública a inicios de 2015. En una investigación que tenía como principal objetivo hacerle seguimiento a las fortunas mal habidas de las mafias rusas y chinas, autoridades españolas, trabajando conjuntamente con el FBI, investigadores del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos y la Guardia Civil española, se encuentran cara a cara con miles de documentos que involucraban a altos funcionarios chavistas con presuntas comisiones de blanqueo de capitales a través de la entidad financiera Banca Privada de Andorra (BPA), cuya filial, el Banco Madrid se encuentra en territorio español.
El periódico español El Mundo narra lo que habría sido parte de las conversaciones que evidencian la conexión entre Diego Salazar, primo hermano de Rafael Ramírez y a quien en 2012, Andorra le congeló cuentas con saldos de más de 200 millones de dólares pero por donde habrían pasado miles de millones, esto como parte de la «operación Clotilde».
La plataforma digital Runrunes.es, narró en su momento parte de estos hallazgos. «¿Qué hizo Diego?, esto te lo digo aquí en privado, llamó a unos amigos policías y les dio como 80.000 dólares y vino la policía y cerró el caso». Es parte de la conversación del gestor de Salazar, Luis Mariano (que se sospecha sería Luis Mariano Rodríguez Cabello, socio actual de Diego Salazar en la empresa Inverdt Asesores de negocios, S.A en Venezuela) y Pablo Laplana, gestor de la BPA, a quien la Guardia Civil Española había intervenido los teléfonos.
La preocupación de Salazar para tratar de lograr el desbloqueo de sus cuentas milmillonarias asoman una y otra vez en las conversaciones a las que la Guardia Civil, con la previa autorización de los juzgados españoles, tuvieron acceso y fueron facilitadas también a las autoridades estadounidenses, de quienes se esperan más acusaciones en próximas fechas con relación a este caso. El hecho de que las empresas chinas estuvieran abonando los montos negociados presuntamente por Salazar por concepto de comisiones mientras su primo estuvo al mando del Fondo Chino le traía de cabeza. “Los chinos le están pagando y no puede ingresar en las cuentas bloqueadas”, se escucha en una de las conversaciones intervenidas.
Cita el mencionado portal que el bloqueo de fondos fue motivado al «parentesco de Diego con su primo», en referencia al embajador Rafael Ramírez Carreño. Las conversaciones, entre risas de sus interlocutores justifican tal acción financiera luego que se registrara una transferencia por 99 mil dólares a favor de Diego Salazar, para que este “mantuviera en París sus gastos en hoteles, cenas de lujo, relojes y propiedades; aquí lo único que hace es disfrutar de la vida y lo hermoso que es París”.
Italia en la mira
Lo cierto es que nadie conoce a ciencia cierta dónde se encuentra Diego Salazar. Su primo poca o nada importancia le ha dado al caso y niega cualquier posibilidad de que las autoridades le tengan en la mira de alguna investigación que le vincule con los sonados casos de corrupción y el uso de Pdvsa para tales fines. “No me preocupa ninguna investigación que adelante Estados Unidos por corrupción”, al tiempo que negó cualquier posibilidad de colaborar con las autoridades para tal fin, comentó en una entrevista concedida a la agencia The Associated Press el pasado 7 de febrero.
Lo que sí conoció El Pitazo es que Diego Salazar realizó en 2014 un petitorio en los tribunales del estado Monagas, con el propósito de darle forma legal a su vinculación con Herminia Luongo Font, su abuela de descendencia italiana y de quien no constaba su partida de nacimiento en los registros civiles de la entidad oriental, por lo que Salazar introdujo testimonios de dos ancianas que dan fe de la existencia de Herminia Luongo, para así formalizar su vínculo con la mencionada ciudadana.
«La inserción de la correspondiente partida de nacimiento en los Libros de Nacimientos llevados por el Registrador Civil del Estado Monagas, solicitud que está motivada en base a dos razones, las cuales son: la obtención de la ciudadanía Italiana por parte de mi representado ciudadano Diego José Salazar Carreño, así como también para sustentar los trabajos biográficos de la fundación Diego Salazar Luongo”, se lee en el documento que fue declarado con lugar el 12 de enero de 2015.
Francisco Luongo Cabello y María Magdalena Font son los bisabuelos de Diego Salazar. Estos tuvieron otro hijo además de Herminia, Jesús Enrique Luongo Font, quien sería abuelo de otro alto funcionario de Pdvsa, Jesús Enrique Luongo, quien asumió en 2015 la vicepresidencia de Refinación de la estatal venezolana. Antes dirigió el Complejo Refinador Paraguaná, incluso estaba en ese cargo cuando ocurrió la explosión en Amuay en agosto de 2012, que causó al menos 45 muertes entre trabajadores y vecinos.