Valles del Tuy.- El relleno sanitario La Bonanza, ubicado en la autopista Francisco de Miranda, que comunica a los Valles del Tuy con la Autopista Regional del Centro, volvió a ser noticia el lunes 23 de agosto y no por la cantidad de desperdicios que se procesa a diario en este vertedero de basura, sino porque fue escenario del homicidio de cuatro individuos.
Las averiguaciones adelantadas por el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) de los Valles del Tuy arrojaron que estos cuatro hombres, localizados sin vida en la autopista La Verota, sentido Charallave-Santa Teresa, fueron asesinados dentro del basurero en medio de una disputa por el control hamponil.
Reconocido por los propios cuerpos policiales, en el submundo delictivo que se ha formado en La Bonanza los delincuentes dominan un extenso territorio y desde allí operan. Algunos se han mezclado con los pepenadores (quienes recogen, escogen y clasifican los desperdicios en los basureros) para garantizar que «las órdenes del mandamás se cumplan y se pague la respectiva vacuna», afirmó el 25 de agosto a El Pitazo un funcionario policial que pidió mantener su nombre en anonimato.
“Además de la pelea a muerte por la basura y la venta de papel, cartón y aluminio, desde La Bonanza se planifican secuestros, extorsiones, homicidios y se trafica con droga. Es así como el lugar representa un negocio lucrativo”, dijo la fuente.
11 cadáveres
Uno de los hechos más dantescos ocurridos en este lugar se descubrió el 4 de noviembre de 2019. Ese día fueron encontrados 11 cadáveres carbonizados: 10 adultos y un adolescente de 17 años. Los funcionarios del Cicpc, tras las pesquisas, determinaron que en La Bonanza operaba una organización criminal dedicada al robo de unidades de transporte en la Autopista Regional del Centro (ARC).
“Esta zona es controlada por el hampa desde hace más de una década. Uno de los líderes más renombrados fue “el Buitre”, quien, en el año 2016, tenía bajo sus órdenes a unos 40 hombres, blindados con armas de alto calibre, fusiles y granadas. Estos criminales construyeron una especie de búnker, en un espacio de unos 10mx10m, demarcado con separadores viales, donde se atrincheraban para evitar ser atacados por sus enemigos y por la policía”, recordó el funcionario.
El 21 de octubre de 2016 la policía intentó acabar con el líder de la banda, pero este logró escapar. Ese día murieron cinco miembros de la organización luego de atacar con granadas y fusiles a una comisión de la Policía Nacional Bolivariana (PNB). Horas antes había sido asesinado un funcionario de este cuerpo de seguridad.
Tras ese incidente los enfrentamientos entre los antisociales y los organismos de seguridad continuaron. El 2 de noviembre de 2016, Renato Alfredo Peña Virriel, segundo hombre al mando de la banda del “Buitre”, murió en un procedimiento de la PNB, en la calle Guaicaipuro de Artigas en Caracas. Este individuo, alias «el René», operaba junto a su líder desde el relleno sanitario La Bonanza, no obstante, luego de la muerte de cinco de sus aliados, a manos de la policía, huyó a la capital.
Seis meses después, en mayo de 2017, funcionarios de la PNB mataron a “el Buitre” dentro del basurero, pero la banda no se extinguió. Fue entonces el turno del “Goyo”, quien entonces era segundo al mando.
Un liderato de dos años
Durante dos años, “el Goyo” lideró las acciones hamponiles desde La Bonanza. Era el encargado de planificar los hechos delictivos que se cometían a las afueras del basurero y dar las órdenes a quienes se dedicaban a hurgar entre la basura, pero el 8 de febrero de 2019 sus mismos compañeros lo mataron. Ese mismo día asesinaron a cuatro personas más, entre ellas, a una mujer.
“El lunes 23 de agosto pasó lo mismo. Individuos que querían comandar la banda que opera en este vertedero de basura asesinaron a quienes la lideraban. Las cuatro víctimas trabajaban en este lugar”, acotó la fuente.
Hasta este 26 de agosto no hay detenidos por este cuádruple homicidio. “La Bonanza es un territorio sin ley, penetrar allí no es fácil. Los delincuentes se han atrincherado en zonas de difícil acceso para la policía”, reconoció el funcionario.