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viernes, 4 octubre, 2024

CLAVES | Verónica Sánchez: violencia intrafamiliar y una muerte en disputa

En diciembre de 2019, el caso de una madre venezolana en Panamá que pedía ayuda para encontrar a sus hijos que habían sido separados de su lado a manos de su esposo, comenzó a circular en redes sociales e incluso llegó algunos medios digitales. Luego la muerte de Verónica Sánchez impactó a mayor escala

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Caracas.- Verónica Sánchez, periodista venezolana, conoció a Johan Tello Meryk, un empresario panameño, en una conferencia en Venezuela. Durante 11 años estuvieron casados, conformaron una empresa en común y una familia compuesta por dos niños de 9 y 7 años.

A principios de diciembre de 2019, un hecho que pudiese ser normal, como que un padre retire a sus hijos de su colegio, se convirtió en el inicio de un drama familiar que concluyó con la muerte de Verónica.

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A continuación, te presentamos unas claves sobre este suceso

Antecedentes. Una serie de hechos aislados generó la delicada situación vivida por la familia Tello-Sánchez. La familia de Johan Tello Meryk es considerada en Panamá como un núcleo importante, con conexiones y dinero. Basándose en eso, uno de los hermanos de Tello consiguió quitarle la custodia de su hija a su esposa. Verónica lo sintió como una amenaza velada que pesaba constantemente sobre ella, con el agravante de que al no ser ciudadana panameña se sentía más vulnerable aún.

Verónica tras 11 años de casada estaba considerando divorciarse, se lo había dejado saber a su esposo en un par de ocasiones, pero nunca dio el siguiente paso.

Para diciembre, ella había decidido pasar las festividades con su familia en Australia y en enero en Nueva Zelanda. Verónica y sus hijos viajarían desde el 14 de diciembre hasta concluir las vacaciones escolares, mientras que Johan los alcanzaría el 21 de diciembre y estaría con ellos por una semana, pues debía regresar a Panamá a atender la empresa familiar.  

Los familiares de Verónica suponen que esta fue la razón por la cual Johan Tello decide llevarse a los niños unas semanas antes.

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Detonante. El 2 de diciembre de 2019, los Tello-Sánchez comenzaron su día de forma normal. Hasta que Johan decidió retirar a sus hijos del colegio y no regresar con ellos a su casa.

Información proporcionada por Vanessa Sánchez, hermana de Verónica, indica que ese mismo día dos hombres armados que solían acompañar a Tello interceptaron a Verónica y la obligaron a entregarle su cartera, las llaves del auto y todo lo que llevaba encima. Mientras eso ocurrió, Johan ordenó que le cambiaran las cerraduras a la residencia familiar, dejándola en la calle.

Durante semanas, Verónica intentó comunicarse con Johan y con sus hijos. Las pocas veces que pudo hablar con ellos, los niños le comentaron que se estaban escondiendo porque estaban siendo amenazados y entendían que su madre se estaba escondiendo en otro lugar.

Vanessa comentó que después de la muerte de su hermana logró comunicarse con sus sobrinos a través del celular de Johan y ellos le informaron que sabían que su mamá había muerto de un infarto y que estaban siendo perseguidos “porque unos venezolanos habían hecho algo malo en la empresa familiar y que todos estaban en peligro”. Los niños le confirmaron que habían estado ocultos en un hotel cerca del Canal de Panamá y en la casa de un familiar político de Tello, de donde no podían salir “porque había culebras”.

Verónica se presentó ante las autoridades competentes, quienes desestimaron su denuncia porque no se trataba de un secuestro, “puesto que era su padre quien estaba con los niños”. Sin familiares en Panamá que la apoyaran, Verónica buscó a su suegra, quien le aseguró que la única forma de que podría volver a ver a sus hijos era firmando un documento que le había presentado Johan donde debía renunciar a todos sus derechos sore los bienes financieros de la familia.

Sánchez se sentía sin salida y aunque, tal como expresa su hermana, no existe ningún documento legal que diga que Verónica no es la madre de los niños, la ausencia de respuesta favorable por parte de las autoridades solo aumentaba la angustia de Verónica como madre.

Desenlace. El 30 de diciembre, el cadáver de Verónica fue hallado ahorcado en su residencia. Esa información fue confirmada por Vanessa Sánchez, quien comentó que la versión del infarto surge de parte de Tello. “Apenas ella muere, nos dice que como familia debemos decir que murió de un infarto”. En primera instancia la familia se negó a esta petición, pero fueron amenazados por Tello de no volver a ver a los niños si se negaban.  

Ninguno de los familiares cercanos a Verónica ha podido ingresar a Panamá hasta los momentos. Incluso, Vanessa indicó que Tello retrasó el proceso de envío del acta de defunción que permitiría a unas amigas de Verónica solicitar visas humanitarias para poder ingresar a Panamá y asistir al velorio.

Ni la familia Sánchez ni su abogado en Panamá han podido acceder al acta de defunción. Alexandra, hermana de Verónica, pudo obtener una copia digital de un documento que “escasamente indica sus datos básicos, pero sin especificar causa de la muerte”, comentó Vanessa.

El Pitazo contactó al Sr. Johan Tello Meryk para conocer su versión de los hechos. Sin embargo, este sostuvo: “Por la memoria y respeto a mi esposa e hijos, no quiero compartir información privada de mi familia”.

Violencia intrafamiliar como posible causa del fallecimiento de Verónica Sánchez

De acuerdo a la Organización Panamericana de la Salud, la violencia intrafamiliar se puede definir como “toda acción u omisión que tenga como resultado el daño a la integridad física, sexual, emocional o social de un ser humano, en el que debe mediar un vínculo familiar o íntimo entre el agresor y el agredido”.

Esto implica no solo la violencia hacia la esposa o esposo: la hace extensiva a los niños y a toda persona que integre el núcleo familiar.

La familia Tello-Sánchez es un ejemplo de esta violencia. Las amenazas que de acuerdo a los familiares de Verónica pesaban sobre ella de quitarle a sus hijos en caso de que ella llegara a separarse de Johan; el terror que vivieron madre e hijos desde el 2 de diciembre, donde los niños se sentían perseguidos y amenazados, mientras la madre fue despojada de ellos, de su casa y de sus pertenencias, dejándola a la deriva en un país que no era el suyo.

Esto se hace extensivo a los familiares que sobreviven a Verónica, quienes no pudieron despedirse de ella por la premura en que ocurrió su sepelio y cremación, la imposibilidad que tienen de comunicarse con los niños y la amenaza directa por parte de Tello de apoyar la versión del infarto, entre otros hechos.

Al cierre de esta publicación, la familia de Verónica Sánchez no se ha podido comunicar nuevamente con los niños. Están tramitando sus pasaportes y visas para poder ingresar a Panamá y poder hacerse cargo de la situación de una forma más directa.

Tal como Vanessa concluye: “Esto es toda una tragedia para nosotros”.

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