Caracas.- El cadáver del joven de 24 años, Andrés Eloy Torres Luque, estuvo desde marzo de este año a la vista de visitantes del Cementerio General del Sur, pero nadie lo notó hasta el pasado viernes 7 de julio cuando trabajadores del camposanto reportaron el hallazgo.
Quienes lo encontraron aseguraron que el cuerpo reposaba bajo la sombra de un árbol, junto a él estaba su bolso de herramientas que contenía su billetera con documentos y dinero, además de la vianda con comida con la que el 7 de marzo salió de su vivienda ubicada en Catia, rumbo al trabajo. Presentaba una herida por arma de fuego en la cabeza y lo único que faltaba en la escena era su teléfono celular.
El joven era oriundo de Barinas y se mudó a Caracas a inicios de este año para gestionar ante el Ministerio de Tierras la devolución de un terreno que le fue expropiado en su lugar de origen. Era licenciado en administración, pero ante la ausencia de oportunidades laborales aprendió el oficio de albañilería, que desempeñaba desde su llegada a la capital.
Su familia estuvo al frente de la investigación
Desde su desaparición, sus hermanos siguieron todos los procedimientos para dar con su paradero. Reportaron el suceso ante la División de Víctimas Especiales del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc).
Su familia fue la que rastreó el teléfono a través del GPS, abrió su correo electrónico para copiar sus conversaciones de WhatsApp, evidencias que fueron entregadas a la policía científica.
Uno de los chats que alertó a sus parientes fue el sostenido con un hombre identificado como Anthony Andrés Aponte, exfuncionario del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), quien presuntamente amenazó a Andrés Eloy.
El 3 de febrero, es decir un poco más de un mes antes de su desaparición, el joven denunció a este hombre por estafa ante el Ministerio Público. Según lo refirió uno de sus hermanos, este expolicía se ofreció para agilizar la recuperación de este terreno.
Para ello, la víctima le pagó 400 dólares y esperó que Aponte usara sus supuestos contactos para agilizar la devolución de la parcela, acción que nunca se concretó.
Hasta la fecha, ni el Cicpc ni otro organismo se ha pronunciado sobre el asesinato del joven barinés. Sus restos serán entregados a sus deudos el próximo jueves. Familiares, que postearon a diario su fotografía a través de redes sociales clamando por su aparición aseguran que continuarán en la lucha hasta que se haga justicia.