Un estruendo que hizo tambalear paredes y ventanas de las casas del barrio El Cambural, entre Petare y Palo Verde. Así describieron los vecinos la explosión de una granada fragmentaria que desconocidos arrojaron contra una estación de vigilancia de la Policía municipal de Sucre.
Casi simultáneamente fue accionado otro de estos explosivos en el Servicio de Control y Resguardo del Detenido de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) en San Agustín.
Tres policías resultaron heridos por ambas detonaciones, uno de Polisucre y dos polinacionales. Todos sufrieron trauma auditivo y lesiones leves y se encuentran en recuperación, según fuentes internas.
La mañana de este miércoles, 26 de julio, la visita de familiares a detenidos de la PNB San Agustín ocurrió con normalidad. La mayoría desconocía lo sucedido la noche anterior. No había señales de detonación, pero un funcionario que vestía de civil explicó que el explosivo fue arrojado desde la autopista Francisco Fajardo hacia la parte trasera de la estructura.
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La tiraron sobre un muro y explotó en un área del patio. Afectó una de las paredes del lugar que alberga a personas detenidas. Hubo gritos en los calabozos, pero funcionarios redoblaron la vigilancia y fue controlada la situación.
La situación en Palo Verde fue descrita por vecinos y comerciantes. Entre ellos, Arvelis Araujo, residente del barrio El Cambural desde hace 25 años, quien aseguró que se acostó antes de las 7:00 p.m. y transcurridos unos minutos escuchó la detonación. Se sorprendió, igual que su familia, pero que controló su miedo porque está acostumbrado a los disparos de fusiles de asalto AR-15, que habitualmente se escuchan por esta y otras zonas de Petare.
La caseta de vigilancia atacada queda debajo del elevado de Palo Verde y frente a un parque infantil. La explosión del artefacto rompió el asfalto, a escasos cuatro metros de la entrada del módulo.
La mañana de este miércoles, una comisión de la División de Inteligencia de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) que investiga lo sucedido llegó al lugar. El grupo recorrió los alrededores y ubicó cámaras de seguridad de negocios que rodean el módulo, que habrían grabado el ataque. Los videos serán analizados.
Un policía que presenció el ataque dijo que fue arrojada desde el elevado y que los responsables, presuntamente, se trasladaban en moto. Destacó que aún no los han identificado y que no están seguros de que sean integrantes de la megabanda del “Wilexis”, que opera en José Félix Ribas de Petare.
Presumen que el hecho esté relacionado con lo ocurrido en San Agustín y con la fuga de siete detenidos el domingo 23 del Centro de Detención Policial de la PNB, en Boleíta.