Porlamar.- El sacrilegio sucedió en el cementerio de la ciudad de Pampatar, municipio Maneiro, estado Nueva Esparta: Profanaron la tumba del párroco Gabriel Isaza. Vecinos del sector aseguran que fue un hecho abominable, pues el cuerpo fue separado de la cabeza y esta quedó envuelta en las vestiduras del religioso, muy cerca de su tumba.
Ante la noticia, el obispo de la Diócesis de Margarita, monseñor Fernando Castro Aguayo, acudió al camposanto junto autoridades del municipio y funcionarios del Ministerio Publico, quienes aseguraron emprender todas las investigaciones del caso.
“Como todos saben, el cuerpo de un difunto es algo muy santo que se debe respetar, y esa es la razón del entierro, una obra de misericordia. Estuve allí con la comunidad parroquial y las autoridades prometieron tomar cartas en el asunto, como reforzar la seguridad para que este tipo de cosas no vuelva a ocurrir”, expresó el Obispo, luego de confirmar que durante horas de la noche de este 1º de noviembre fue profanada la tumba del padre Isaza.
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La autoridad eclesiástica de la entidad recordó que el Párroco Gabriel Isaza fue un servidor incansable de Nueva Esparta, que dio toda su vida al servicio de la iglesia.
Ante lo sucedido, vecinos del sector que acudieron al cementerio a llevar flores a sus familiares difuntos reprocharon lo sucedido. Señalaron que el problema es la inseguridad en la zona por falta de luz, y afirmaron que sin duda son obras de “brujería”. Aunque algunos señalaban que es la primera vez que sucedía algo similar, otros dieron cuenta de que en otras ocasiones también se han visto tumbas abiertas.
Monseñor pidió orar por los fieles difuntos. “Rechazamos lo sucedido; nos duele que haya personas que se presten a estas acciones; sin embargo, nuestra esperanza en la resurrección y en la vida están firmes, mucho más un día como hoy, cuando conmemoramos a nuestros difuntos”.