Ana Virginia Hernández Hernández (43), señalada de ser la autora intelectual de la muerte de sus padres, Omar Hernández Sabatino (72) y Adais Virginia Hernández (67), y de su hija Luisana Blanco Hernández (11), fue enterrada en una fosa común, el 24 de enero 2022, en el estado Aragua.
De acuerdo con una información publicada por la organización no gubernamental Una Ventana a la Libertad (UVL), en su portal web, Hernández Hernández estaba presa en los calabozos del Eje de Homicidios del Cicpc de Maracay y, en septiembre de 2021, falleció por inanición, extrema debilidad física por la falta de alimentos.
La mujer estuvo detenida cinco años. Durante ese tiempo, solo recibió una visita. Su sustento venía de parte de fundaciones eclesiásticas, ONG y obras de caridad, así como dádivas de alimento de parte de sus compañeras de celdas. Su cadáver nunca fue reclamado en la morgue del Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses (Senamecf) en Aragua. 90 días después fue sepultado, reseña UVL.
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Simulación de robo
El crimen de Omar Hernández Sabatino, quien era ingeniero agrónomo; Adais Virginia Hernández, de profesión psicopedagoga; y Luisana Blanco Hernández, la hija de Ana Virginia, ocurrió el 1 de octubre del año 2016 en la urbanización Andrés Bello de Maracay, estado Aragua. Las víctimas adultas eran profesores de la Universidad Central de Venezuela (UCV) en la entidad.
El hecho ocurrió luego que dos hombres ingresaron al domicilio de los Hernández, quienes estaban en compañía de su nieta. Fueron amordazados y agredidos a golpes en múltiples oportunidades para que entregaran sus pertenencias, reseña UVL.
Al amanecer y tras gritos de auxilio de la hija menor, señalada como la autora intelectual del triple homicidio, los vecinos prestaron apoyo a Hernández Sabatino, a su esposa y a su nieta, quienes fueron llevados al Hospital Central de Maracay. Los dos adultos murieron poco después a causa de los traumatismos que sufrieron; mientras que la niña falleció luego de cinco días.
Una cámara cercana reveló que Ana Hernández, quien era Técnico Superior Universitario y a veces cumplía funciones de docente, abrió el portón a los agresores de su familia y, tras consumarse el robo y la agresión, se fue con ellos, regresó al amanecer y pidió ayuda.
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Entre el 2 y 4 de octubre del 2016, junto a Hernández Hernández, fueron detenidos Víctor Brito Bolívar (45), novio de la educadora, y Yusmary Méndez (31), presuntamente involucrados en el suceso. A los dos últimos los acusaron de los delitos de homicidio calificado agravado en la ejecución de un robo, además de agavillamiento. En el caso de Méndez también se le ratificó la acusación por aprovechamiento de cosas provenientes del delito, destaca UVL en su nota.
Ana Hernández Hernández pertenecía al grupo “Los Sufridos”, pues desde el mismo momento de ser encarcelada fue abandonada por la familia. El tribunal que conoció su causa ordenó su traslado a la cárcel de Tocorón, pero el mismo nunca se concretó.
En este triple homicidio también estuvo implicado Arturo Candiales (27), quien murió durante un enfrentamiento entre grupos armados.