El municipio Libertador volvió a registrar la cifra más alta de homicidios de la capital venezolana con 487 muertes reportadas hasta octubre de 2019, según Monitor de Víctimas. Mientras Petare se mantiene como la parroquia más violenta con 152 asesinatos
El 4 de julio, la Alta Comisionada de las Naciones Unidas, Michelle Bachelet, en su informe de derechos humanos hizo un llamado al Gobierno de Venezuela para que disolviera de manera inmediata a las Fuerzas de Acciones Especiales (Faes). En noviembre de 2019, cuando se actualizó el reporte, lamentó que Nicolás Maduro no disolviera este cuerpo de la Policía Nacional Bolivariana (PNB). El resultado: la mayoría de los decesos que se registraron en Caracas tuvieron como principal victimario al Estado.
De acuerdo con la data de Monitor de Víctimas –iniciativa periodística que registra los casos de homicidios en la capital de Venezuela– el municipio Libertador nuevamente fue el más violento de la Gran Caracas durante 2019. La dependencia dirigida por la alcaldesa Erika Farías pasó de tener 921 homicidios en 2018 a 487 entre enero y octubre de este año. De esa cifra, la mayoría de las víctimas fueron hombres de piel morena y con edades comprendidas entre los 18 y 30 años. Casi todos (375) fallecieron al recibir disparos realizados con arma de fuego dirigidos a la zona del pecho.
El principal móvil de asesinato en Libertador fue la ejecución extrajudicial con 168 homicidios. En el informe de Monitor de Víctimas queda registrado que las Faes fue el cuerpo policial que ajustició a más personas, con un total de 131.
Durante los primeros 10 meses de 2019 la parroquia más violenta de este municipio fue Sucre con un total de 81 homicidios. En la zona integrada por sectores como Catia, Casalta, Gramoven, Los Frailes, Propatria, Plan de Manzano, Lomas de Urdaneta, La Silsa, Los Magallanes, la mayoría de las víctimas fueron ejecutadas por funcionarios de seguridad, con un total de 28 denuncias. Luego se encuentran los móviles del robo y venganza con 15 y ocho civiles asesinados, respectivamente.
La segunda parroquia más violenta de Libertador fue Coche con 55 homicidios. Los sectores donde se reportaron más incidentes violentos fueron el barrio Bicentenario, la calle El Estanque, los alrededores del Hipódromo, el Kilómetro 2 de la carretera Panamericana, Las Mayas y la Misión Vivienda Ciudad Tiuna. En Coche también predominó la ejecución como causa de muerte con 14 fallecidos, le siguieron resistencia a la autoridad y el robo, ambas con 11.
La parroquia que se situó en el tercer lugar de las más inseguras fue El Valle con 54 fallecidos. En el barrio El 70, la calle 9 y la calle 18 de los Jardines del Valle, la calle Cajigal y los alrededores de las estaciones de Metro Los Jardines y La Rinconada fueron los sitios donde se reportaron la mayoría de casos. En esta parroquia más de la mitad de las víctimas murieron por disparos realizados por organismos de seguridad, para un total de 25 personas. El cuerpo que tuvo más denuncias de protagonizar las ejecuciones fue las Faes, que de acuerdo con testimonios de familiares mataron a 21 civiles. El segundo móvil fue el robo con ocho víctimas.
Municipio Sucre
El segundo municipio más violento de la Gran Caracas fue Sucre con un total de 210 homicidios hasta octubre 2019. En 2018, este territorio reportó 282 víctimas.
En el municipio Sucre se sitúa la parroquia más violenta de la Gran Caracas: Petare, donde hasta el mes de octubre se registraron un total de 152 asesinatos. De acuerdo con la denuncia de vecinos y la data ofrecida por Monitor de Víctimas el Barrio José Félix Ribas, Barrio Unión, San Blas, El Llanito, Parque Caiza, Barrio Bolívar, Barrio El Carpintero, Mariche, Paulo Sexto, Terrazas del Ávila, Barrio 5 de Julio y El Marqués fueron las zonas donde se reportaron más casos. Es de acotar que la mayoría de los asesinados fueron hombres de piel morena y con edades comprendidas entre y 20 y 30 años. Los móviles que cobraron más vidas fue la ejecución extrajudicial con 74 víctimas y el robo con 66.
La segunda parroquia del municipio mirandino con mayor número de asesinados fue Filas de Mariche con 20. Las zonas donde se reportaron más víctimas fueron el barrio El Winche, la carretera Petare-Santa Lucía, La Chaguarama y La Candelaria. Aquí también los cuerpos de seguridad fueron los principales victimarios con un total de 11 ejecuciones. A diferencia de otras zonas, en Filas de Mariche los vecinos señalan que el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) recibió el mayor número de denuncias por presuntas ejecuciones extrajudiciales con siete.
Municipio Baruta
Baruta, de acuerdo con la data de Monitor de Víctimas, fue el tercer municipio más violento de la capital venezolana este 2019 con 43 homicidios hasta octubre. En 2018 la tasa de este municipio fue de 58 víctimas. En esta localidad también los efectivos encabezan la lista de matar a más personas con ocho fallecidos, le siguió el robo y la resistencia con siete y cuatro víctimas respectivamente.
La parroquia más violenta de Baruta este 2019 fue las Minas de Baruta con 19 víctimas hasta octubre. El Barrio Las Minas, Los Mangos, Monterrey, Santa Cruz fueron las zonas donde más se reportaron asesinatos
Municipio El Hatillo
El municipio El Hatillo solo cuenta con una parroquia: El Hatillo, donde, según la data de Monitor de Víctimas, se registraron ocho víctimas. Las familias de cinco de ellas denunciaron en la medicatura forense de Bello Monte que fueron asesinadas por funcionarios del Cicpc, y dos por las Faes.
Siete de los ocho fallecidos fueron hombres en su mayoría de 19 a 36 años. Los sectores que resaltan como más violentos forman parte de la zona rural del municipio como Turgua y La Mata.
Municipio Chacao
Chacao también tiene una parroquia que recibe su mismo nombre. Allí se reportaron cuatro homicidios hasta el décimo mes del 2019. Todos los fallecidos fueron hombres, dos de ellos murieron por intentar robar una camioneta blindada que manejaba un guardaespaldas y un adolescente de 14 años, identificado como Yoifer Hernández, quien fue impactado por una bala cuando protestaba en el Distribuidor Altamira el pasado 1 de mayo, un día después del intento de golpe de Estado al gobierno de Nicolás Maduro.
Qué factores inciden en el descenso de los homicidios
Hasta octubre de 2019 el Monitor de Víctimas reportó 764 muertes violentas, una baja de casi 50% en comparación con 2018, cuando se registraron 1.855 homicidios en la Gran Caracas. Luis Izquiel, experto en seguridad ciudadana, detalla que los homicidios en la Gran Caracas han bajado en general por la migración que, de acuerdo con cifras de Acnur hasta octubre de 2019, se tiene el registro que 4 millones 600 venezolanos se han ido del país. El especialista dice que esa realidad se traduce en menos víctimas potenciales, pero también menos victimarios.
Explica que las operaciones realizadas por las Faes “han tenido como fin asesinar a civiles” y por ello ocupan el primer el lugar como victimario. Dice que la actuación de este grupo táctico durante 2019 se traduce en “una violación masiva de los DD. HH., pero que ha tenido que ver con la baja de homicidios, porque han aniquilado a varios delincuentes”. Sin embargo, fue enfático al recordar que en Venezuela no hay pena de muerte, y estas acciones son ilegales, inconstitucionales y violatorias de los derechos fundamentales.
Por su parte, el criminólogo Keymer Ávila dice que otro factor que se debe tener en cuenta cuando se visualizan las cifras de homicidios en Caracas durante este 2019 es la paralización del país en materia económica, la producción, así como la vida social. Esta aseveración la confirma las cifras oficiales del Banco Central de Venezuela, cuando el pasado 29 de mayo reportó que la inflación del país cerró en 130.060,2 % en 2018, mientras que el producto interno bruto (PIB) se contrajo 22,5 %.
Explica que parte del país permanece encerrado, sin vida nocturna por falta de dinero o servicio eléctrico, además de la falta de moneda porque la mayoría de servicios están cotizados en divisas. “La consecuencia es que las modalidades delictivas muten a otro tipo de conductas, no necesariamente menos violentas”, apunta.
Ávila también señala a la migración como el elemento principal que ha provocado la baja de homicidios en la capital y en todo el país. Pero también hace la referencia que los cálculos de la tasa de homicidios en dependencias del Estado como el Ministerio de Interior y Justicia se siguen realizando basados en las estimaciones poblacionales del INE -y el último censo fue en 2011- por lo que indica que se pudiera estar sobreestimando el número de población y en consecuencia las tasas de homicidio, así como las muertes en manos de las fuerzas de seguridad.