San Felipe.- Los planes de más de 500 presos de la Comandancia General de la Policía de San Felipe, estado Yaracuy, eran fugarse, pero la acción fue descubierta y el resultado fueron 30 reclusos heridos por funcionarios de la policía estadal y de la Guardia Nacional, según constató el Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP).
El lunes 4 de noviembre, familiares de algunos presos en la Policía de Yaracuy relataron al OVP que acudieron como todos los días, a las 8:00 am, para entregar el desayuno y el almuerzo. Algunos de los familiares se quedaron en los alrededores y, de forma repentina, alrededor de las 9:00 am, observaron cómo llegaba un contingente de la policía, que vestía equipo antimotines. Esto alertó a los que allí se encontraban y seguido de ello se escucharon algunas detonaciones, acompañadas del grito de los presos.
La desesperación no tardó y el temor invadió a los familiares quienes, angustiados y con cada grito y detonación que escuchaban, se acercaban en busca de información, pero lo que recibieron por parte de los funcionarios fueron agresiones verbales.
“Aquí no hay información de nada”, gritaban los uniformados seguido de groserías. A la par, desalojaban a los familiares de todo el perímetro de la avenida Caracas entre calles 10 y 11 de San Felipe, sitio donde queda la Comandancia General de la Policía.
“Esto para mí fue eterno. No sabíamos qué pasaba. Yo estaba esperando saber noticias de mi muchacho, pero nada”, comentó una de las madres al OVP, que no se identificó por temor a represalias.
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Fueron siete horas que duró la situación dentro de las instalaciones de Poliyaracuy. A las 4:00 pm, los funcionarios se acercaron a los familiares que estaban afuera esperando alguna información y simplemente le dijeron que eran 30 los heridos y efectivamente estaban sacando a los presos lesionados, aparentemente con perdigones, hasta el Hospital Plácido Daniel Rodríguez Rivero de San Felipe, pero no dieron identidad alguna de quiénes iban a ser trasladados al principal centro asistencial.
Los familiares denuncian ante la OVP que cada vez que se hacen requisas a los presos son vulnerados sus derechos humanos, porque ellos supuestamente son golpeados por los funcionarios y todas sus pertenencias personales son botadas.
Según la versión policial dada sobre el hecho, al menos 500 presos pretendían fugarse a través de un boquete que ya habían hecho y fueron descubiertos; por lo que se realizó una requisa en la que localizaron más de 100 teléfonos celulares, dos escopetas calibre 12 milímetros, un chopo (fabricación artesanal), 33 armas blancas de fabricación carcelaria, que denominan punzones y al menos 30 envoltorios de pastillas que usan como psicotrópicos.
Hacinamiento total
En los calabozos de Poliyaracuy, según la data que maneja el equipo del OVP, hay 700 presos en ese lugar, que tiene una capacidad para albergar a 80 personas, por lo que presenta un hacinamiento de 560 %.
“Queremos traslados para el Internado Judicial de San Felipe, no queremos para otros estados, porque se nos complica para las visitas. Tenemos mucho tiempo solicitando un traslado y nada que aprueban los cupos”, aseguraron los familiares al OVP.
Carolina Girón, directora del OVP, destaca el problema del hacinamiento como uno de los principales causantes de motines, irregularidades y enfermedades dentro de los calabozos, que los han venido convirtiendo en cárceles paralelas ante la negativa del Ministerio de Servicio Penitenciario de no dar los cupos hacia centros penitenciarios.
Información de nota de prensa.