Las reseñas sobre muertes de policías y militares son cada vez más frecuentes en la fuente de sucesos.
En lo que va de año, se han registrado 87 asesinatos violentos de funcionarios en toda Venezuela. El estado Aragua lidera la lista con 16 militares y policías muertos entre enero y junio de 2019.
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Las cifras presentadas por la Fundación para el Debido Proceso (Fundepro) señalan que la Policía Nacional Bolivariana (PNB) fue la que presentó el mayor número de efectivos asesinados, con 19 casos; 13 del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) y 11 efectivos de la Guardia Nacional.
A escala regional, Aragua puntea, seguido de Caracas, Miranda y Bolívar.
Los casos más emblemáticos
Uno de los casos más emblemáticos para la policía de Aragua fue el asesinato del subinspector jefe, Jesús Marín, director del Centro de Coordinación Policial Maracay (comisaría Las Acacias), acaecido el 19 de febrero. Este hecho ocurrió frente a su casa en Caña de Azúcar, municipio Mario Briceño Iragorry, para robarle el arma de reglamento.
Otro suceso importante ocurrió la madrugada del 4 de mayo, cuando fueron asesinados cuatro militares y dos policías en una emboscada en Magdaleno: el general de brigada (AV) Jackson Alexis Silva Zapata, director de la Escuela de Formación de Tropas, el sargento primero Robert León Castellano, adscrito a la Policía Área de Bael, el sargento segundo Ángel Breto, adscrito a la Policía Área de Bael, el cabo primero Robinson Viscaya Sojo, adscrito a la Policía Área de Bael, el oficial jefe Bruno Benavides, adscrito a la estación policial Magdaleno y el oficial jefe Jesús Arráiz, adscrito a la estación policial Magdaleno.
Esta masacre pudo haber sido cometida por integrantes de bandas delictivas que operan en la zona, según informó el comisario y director nacional del Cicpc, Douglas Rico, en rueda de prensa ofrecida el 6 de mayo en Caracas.
Muchos funcionarios policiales han tenido que huir de la delincuencia organizada en el estado. Algunos se han mudado de municipio, estado y hasta del país. La mayoría, policías de Aragua, prefieren no hablar porque en Venezuela aún tienen familia que temen sean víctimas de estos grupos violentos.