En este sector ubicado al oeste de Caracas, en la parroquia Sucre, la calma caracteriza el día; y el miedo, la noche. Desde hace más de una década, los vecinos no habían visto un operativo de seguridad, ni siquiera una patrulla de la Policía Nacional Bolivariana, hasta que las Fuerzas de Acciones Especiales (Faes) allanaron el lugar. Los habitantes del sector no entienden de incursiones ilegales ni ejecuciones, pero sí de hambre y de resolver como pueden