Caracas.– La Organización Panamericana de la Salud (OPS) actualizó su reporte sobre la situación del nuevo coronavirus en las poblaciones indígenas. El cierre de esta última actualización corresponde al periodo entre de julio y el 2 de agosto. En el boletín se evidencia un significativo auge de casos confirmados en comunidades aborígenes en Venezuela, que lo ubicaron proporcionalmente, como el territorio con mayor índice de contagios de COVID-19 en América del Sur durante el mes de julio.
“Los países y territorios que notificaron una mayor proporción relativa de nuevos casos fueron Bahamas (476%), Costa Rica (385%), las Islas Vírgenes de los Estados Unidos de Norteamérica (376%) y San Pedro y Miquelón (300%); mientras que los que reportaron la mayor proporción relativa de nuevas defunciones fueron Costa Rica (863%), Venezuela (213%) y Colombia (198%)”, reseñó la OPS en su informe epidemiológico.
Con estos datos Venezuela superó a Brasil y Colombia, países que acumulan el primer y segundo lugar respectivamente en número total de casos. El alza coincide con el pico más alto de la pandemia desde su inicio el pasado 13 de marzo. Entonces, el gobierno de Nicolás Maduro reconoció un aumento gradual de contagios. Desde finales de junio el país entró en la fase de transmisión exponencial del virus. Esto ha implicado un aumento acelerado del ritmo de contagiados, cercano a los 1.000 casos diarios.
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Alarma regional
A inicios de junio, cuando América se convirtió en el nuevo foco global de la pandemia por coronavirus, la OPS aumentó sus esfuerzos por visibilizar la realidad de las poblaciones más vulnerables. Un mes antes se decidió elaborar un boletín diferenciado en la región, exclusivo para los pueblos indígenas. Estas estadísticas son enviadas por los gobiernos, mediante mecanismos de vigilancia epidemiológica. En el caso venezolano se reportan a través del Centro Nacional de Enlace para Reglamento Sanitario Internacional (Cnersi).
En 2014 el Instituto Nacional de Estadística situó la densidad poblacional de las etnias indígenas en 724.592 habitantes, que representaban 2,7% de la población. De acuerdo con lo que remitió el Ministerio de Salud al Cnersi, 0,88% de los casos de coronavirus en territorio nacional, hasta el 2 de agosto, se detectaron en asentamientos indígenas. En ese entonces el Estado había admitido un total de 20.206 casos acumulados, de los cuales 179 fueron indígenas.
“En Venezuela, desde la confirmación de los primeros casos de COVID-19 en el país y hasta el 2 de agosto de 2020, se confirmaron 179 casos en población indígena, incluidas tres defunciones. El 68,5% de los casos se notificaron en el estado Bolívar (123 casos) y el resto de los casos se notificaron en los estados Zulia (43 casos, 2 defunciones) Amazonas (12 casos) y Delta Amacuro (1 caso fatal). La etnia indígena que presenta la mayoría de los casos y defunciones es la Pemón, seguida por la Wayú”, puntualizó el organismo multilateral.
En marzo el nuevo relator especial de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas, José Francisco Calí Tza, denunció que la pandemia propiciaba mayores violaciones a los derechos de este segmento de la población. Por lo que pidió implementar acciones urgentes para su protección en el ámbito continental.