Caracas.- Los habitantes de los urbanismos ubicados en el Fuerte Tiuna, que están siendo vacunados con el producto experimental Abdala, fabricado en Cuba, no firman ninguna autorización que indique el consentimiento para recibir dicho fármaco. Tampoco son informados verbalmente de que no cuenta con el aval de uso de emergencia por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS) o resultados publicados en revistas científicas acreditadas internacionalmente.
El Pitazo consultó a algunas personas que recibieron la primera de las tres dosis que contempla la candidata vacunal Abdala, en un intervalo de 21 días para la segunda dosis y 14 días para la tercera.
«Simplemente me preguntaron todos los datos, también preguntan si uno es hipertenso, y a los que dicen que sí les toman la tensión arterial, pero más nada, yo no firmé ningún papel. Bajé porque nos mandaron a llamar para que nos vacunaran y ya», expresó una de las habitantes Ciudad Tiuna que pidió no ser identificada.
Otro de los habitantes, quien también prefirió mantener resguardada su identificación, le escribió a El Pitazo: «Sí están vacunando con esa cubana (Abdala), pero nadie está firmando una autorización, más bien ellos están insistentes, yo fui porque era aquí mismo y en el momento no había mucha cola, pero después fue que me enteré de que esa vacuna no tiene la aprobación de un ente a nivel mundial», dijo.
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Por su parte Arcángel González, de 46 años, aseveró que al momento de asistir a la vacunación había personal médico cubano que los invitaba a no tener temor de ser inoculados.
«El tipo nos dijo que esas vacunas tenían más del 90% de efectividad y que estaba aprobada por la medicina cubana, que no tuviéramos miedo a la vacuna, sino al COVID-19, y que al ser vacunados con esa Abdala, seríamos unos héroes en Venezuela», afirmó González.
Asimismo, El Pitazo pudo corroborar que la vacunación con Abdala no solo se está aplicando a los residentes del conjunto urbanístico Ciudad Tiuna, sino también se extiende a los familiares y amigos que vivan fuera del Fuerte Tiuna. Aned Vargas, de 40 años y quien reside en El Valle, asistió el 1 de julio con su hija de 18 años, invitadas por un amigo; ambas fueron inoculadas con la primera dosis.
«Fue muy rápido el proceso porque en cada edificio hay un punto de vacunación, igual que en el Simoncito (escuela), y no tuvimos que esperar mucho; sólo piden la cédula e información personal. Pero no nos dijeron en ningún momento que esta vacuna no tiene aprobación para ser usada, hoy es que me estoy enterando, deberían decirle eso a la gente y que cada quien decida si quiere o no vacunarse», expresó.
Esta situación ha causado preocupación en las instituciones y organizaciones científicas en Venezuela, inquietud que se ha incrementado por las declaraciones que hizo el gobernante Nicolás Maduro en días recientes cuando dijo que «muy probablemente para el mes de octubre estemos vacunando a nuestros niños y jóvenes de las escuelas y liceos».