Puerto Ayacucho.– Familiares de pacientes que están recluidos en diferentes áreas del Hospital José Gregorio Hernández de la capital amazonense, claman por médicos especialistas para que diagnostiquen patologías y, sobre todo, atiendan las emergencias que se presentan a diario. A ello se le suma la escasez de medicamentos para suministrarle a los enfermos que requieren de tratamiento.
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Elvira Blanco, de la Urbanización San Enrique, dio a conocer que tuvo a su hijo de 19 años recluido en la sala de emergencia por dos semanas, esperando ser evaluado por un especialista por padecimientos que estaba presentando. Sin embargo, solo fue atendido por médicos generales que no le dieron un diagnóstico exacto, por lo que optó realizarle los estudios en centros médicos privados.
La señora Blanco expresó: “Mi hijo estuvo hospitalizado por 10 días y no hubo un médico especialista que llegara para revisarlo. Lamentablemente, en el hospital de esta ciudad los contados especialistas que existen trabajan en horario de oficina o simplemente no aparecen porque prefieren estar en las clínicas cobrando en pesos o dólares. Hice un esfuerzo y le mandé a hacer los estudios de laboratorio fuera, allí pude saber que tenía una apendicitis y que ameritaba ser operado”.
Esta ciudadana enfatizó que muchos de los médicos que laboraban en este centro de salud han emigrado a otros países por la situación que atraviesa Venezuela y lo único que se observa en las diferentes áreas de servicios son estudiantes de medicina. “Este es el único hospital que tenemos en el estado, donde los enfermos están desasistidos por falta de buenos especialistas”, sostuvo.
Asimismo, Julián Barreto agregó que este hospital no cuenta con los requerimientos necesarios para atender emergencias, ni medicamentos para controlar los dolores. “Ingresé un sábado en la tarde a emergencias porque tuve un accidente en mi moto, al parecer los médicos estaban de vacaciones; no había ni uno solo. Fui atendido solo por enfermeros y no tenían ni una gasa para el momento”, relató.
Sentencia de muerte
Erick Chipiaje declaró a El Pitazo que llevar a un familiar al José Gregorio Hernández es una sentencia de muerte, porque lo vivió en carne propia con su papá, quien falleció el año pasado después de estar recluido en la sala de emergencia por unos dolores que presentaba en el abdomen. Al no haber un especialista y ser fin de semana, no lograron hacerle los estudios de laboratorio en una clínica para conocer el diagnóstico.
Este joven reveló que su padre, de nombre Luis Francisco Chipiaje, de 58 años, estuvo hospitalizado solo tres días. Detalló que lo ingresaron al referido centro de salud la noche del viernes 22 de noviembre y falleció la madrugada del lunes 25, porque se descompensó al no soportar el dolor que lo agobiaba y que no pudo ser controlado, al no haber en la farmacia el medicamento correspondiente.
“Da impotencia todo lo que se vive dentro de ese hospital por falta de especialistas y medicamentos, donde nada se puede hacer. Muchos casos se han visto, similares a lo que yo pasé con mi papá. Las autoridades de salud han conocido de ello y se hacen de la vista gorda. Deberían preocuparse más y buscar una solución. La gente se está muriendo por esta crisis de la salud”, manifestó.