En medio de las condiciones desfavorables en las que se ejerce el periodismo en América Latina, las cuales generan un desajuste en la salud mental, se realizó un estudio sobre la situación de los profesionales durante la pandemia de COVID-19 en Ecuador, Perú y Venezuela. Se encontró que uno de cada diez periodistas venezolanos presenta riesgos de suicidio y de depresión.
De acuerdo con la investigación que se publicó este 24 de octubre, 42,3 % de los periodistas venezolanos presenta problemas de somatización; mientras que casi la mitad posee riesgo de ansiedad / insomnio. Además, el 7,7 % presenta disfunción social; 11,5 % depresión y 10,5 % riesgo suicida.
Respecto a la sintomatología asociada al Síndrome de Burnout (hace referencia a la cronificación del estrés laboral), se evidenció que el síntoma más presente es el agotamiento emocional, seguido de la baja realización personal y la despersonalización.
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En ese sentido, el 40 % de los periodistas venezolanos manifiesta riesgo a estrés postraumático, cifra que se duplica (86,2 %) por el estrés causado por la pandemia del COVID-19.
En la investigación participó la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL), a través de los grupos de investigación: Psicología Clínica y de la Salud (Allykay) y Comunicación, Educación y Tecnología (CET).
Además de organizaciones periodísticas, Fundamedios de Ecuador, Instituto Prensa y Sociedad (IPYS) de Perú y Medianálisis de Venezuela.
El director de Medianálisis, Andrés Cañizález, explicó en el informe que, la pandemia de COVID-19 se produjo en un contexto de opacidad oficial en el manejo de las cifras y un clima generalizado de desinformación. Por lo tanto, no existen cifras que permitan indicar con certeza cómo el virus afectó directamente a los periodistas venezolanos.
Falta de formación en prevención de salud mental
En relación con las capacitaciones recibidas, el 86,5 % de los periodistas en Venezuela no se ha formado en prevención de salud mental, la principal necesidad de capacitación detectada, seguida de características del COVID-19, protocolos de bioseguridad y cómo realizar coberturas en contexto de riesgo.
De acuerdo con el estudio, el 25 % de los participantes venezolanos se autopercibe poco apto para coberturas periodísticas en situaciones de riesgo. Un tercio manifiesta dificultades en coberturas que incluyan cadáveres.
Respecto a los servicios de salud mental, el 35,2 % solo podría acceder si la atención fuese gratuita. El 21,3 % desearía cambiar de empleo o dejar el periodismo y el 38 % considera que sus jefes inmediatos no se interesan por sus necesidades ni bienestar.
Se incrementan problemas de salud mental en la región
De acuerdo con el análisis en el que se encuestó a 315 periodistas (110 de Venezuela, 106 de Perú y 99 de Ecuador), los problemas de salud mental se incrementan e impactan en la calidad de vida, en el entorno laboral y en la función social de esta profesión en la región.
En relación con el estrés agudo suscitado por el COVID-19 en 2021, el impacto emocional fue del 73,6 % en periodistas ecuatorianos, reduciéndose en 2022 al 62,7 % en Venezuela; al 55,6 % en Ecuador y al 54,5 % en Perú.
Los problemas de ansiedad, insomnio y somatización se incrementaron considerablemente.
Preservemos nuestra salud mental
En el primer estudio, los porcentajes eran menores al 8 % y actualmente oscilan entre el 43 % y el 64,5 %. En relación con el riesgo suicida, la prevalencia del 2021 en Ecuador se mantiene similar a la muestra de Perú del 2022; mientras que en comparación con Venezuela hubo una reducción.
De acuerdo con los investigadores, este informe responde a una necesidad del sector de la comunicación y contribuye al desarrollo de políticas públicas que consideren medidas de protección y restablecimiento de la salud mental y física de quienes trabajan con la información.
El desconocimiento de los problemas de salud mental de los periodistas de Latinoamérica, sumado a la falta de políticas de salud pública y ocupacional, los mantiene como un grupo extremadamente vulnerable.
Adicionalmente, la pandemia de COVID-19 ha sido un evento vital estresante que complicó la situación individual, familiar, laboral y social.
Implementar programas de prevención
Los periodistas en Ecuador, Perú y Venezuela constituyen un grupo de riesgo, dada su exposición permanente a eventos que afectan su salud física y mental.
En ese sentido, los investigadores recomiendan programas de prevención de factores de riesgo psicosocial en los entornos laborales.
También instan a las instituciones a desarrollar programas de intervención en subgrupos que han pasado por situaciones de crisis durante la pandemia.
Es el caso de las personas que han sufrido pérdidas de familiares, los que han hecho coberturas en situaciones de emergencia o los que han sufrido algún tipo de violencia social/laboral.
La prevención, evaluación, detección temprana y atención oportuna son necesarias para que los casos de depresión y trastorno del estrés postraumático no deriven en mayores consecuencias, como el suicidio o el desarrollo de otros problemas de salud mental.
También exhortan a promover en los medios de comunicación, facultades y entes relacionados con el periodismo, la capacitación preventiva para el autocuidado en salud mental.
Además de complementarlo con procesos de acompañamiento e intervención oportuna en los casos que presenten sintomatología o impacto en el desempeño de la vida cotidiana.