Washington.- La Organización Panamericana de la Salud (OPS) alertó este martes, 7 de julio, que en el continente americano el COVID-19 está desplazándose de grandes urbes con infraestructuras sanitarias fuertes a otras más pequeñas y con menos recursos para afrontar la pandemia.
«Esta pandemia está pasando de algunos de los centros urbanos más grandes con la mejor capacidad hospitalaria a otras poblaciones más pequeñas que quizá no tengan la capacidad para hacer una atención especializada o las unidades de cuidados intensivos necesarias, por lo que la mortalidad aumentará si la población no tiene acceso a la atención», dijo la directora de la OPS, Carissa Etienne, en la teleconferencia de prensa semanal de la organización.
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Etienne recordó que se sigue en la primera ola de la pandemia y se mostró preocupada por la situación en el continente, donde la semana pasada hubo 735.000 casos nuevos, casi un 20% más que la semana anterior, alcanzando un total de 5.915.793 infectados y 266.740 muertos.
Además, Etienne denunció que todavía existe en el continente personal sanitario que es vulnerable ante el virus debido a la falta de equipo de protección personal y las malas condiciones laborales.
La directora de la OPS apuntó que se ha observado un ligero cambio de tendencia en el origen de los nuevos contagios, pues hace dos meses los de EE. UU. representaba el 75% de los casos en el continente, mientras que la semana pasada su aportación era algo inferior a la mitad, siendo la región más afectada con el 50% de las infecciones registradas América Latina y el Caribe.
Al hilo de esto, Etienne señaló que tras EE. UU. el país más golpeado está siendo Brasil con 1.603.055 infectados y 64.867 muertos -según la OPS-, donde incluso su presidente, Jair Bolsonaro, de 65 años y uno de los más escépticos del mundo sobre la gravedad del coronavirus, ha dado hoy positivo de COVID-19.