Rosibel Cristina González
Caracas.- Desde hace tres años la hepatitis A ha tenido una actividad intermitente en el país, según destacó el presidente de la Sociedad de Médicos Internos y Residentes (Somir) del Hospital Vargas de Caracas, Carlos Prósperi.
A juicio del médico, actualmente no puede decirse que existe un brote de la enfermedad, pero sí una hiperendemicidad, definida como “la cualidad de una enfermedad endémica de la que pocos individuos de una misma colectividad escapan a la infección, como consecuencia del consumo de aguas contaminadas o su empleo para la preparación de alimentos”, destacó Prósperi.
Sin cifras, pero presente
Aunque no existe una data oficial, cuya publicación le corresponde al ente rector en salud a través del boletín epidemiológico, Prósperi señaló que la hepatitis A se ha manifestado más en la población adulta; sin embargo, las medidas de prevención deben acatarse en todos los contextos sociales “porque es una enfermedad que se propaga con mucha facilidad, producto de la contaminación oro-fecal que tiene su origen en las aguas que no reciben el tratamiento para su consumo y que luego consumimos sin saber su procedencia”, recalcó.
En febrero de este año se confirmaron tres casos de hepatitis A en el Periférico de Pariata y otros 10 en el Ipasme de la entidad varguense. “En Caracas, algunos colegas infectólogos nos confirman casos de acuerdo con registros que se recaban en centros privados, donde las personas acuden debido a cuadros febriles intermitentes o coloración de ojos y piel. Los casos son remitidos al Ministerio de Salud para el seguimiento y conteo, pero esto no se está haciendo. Con seguridad puedo decir que en Caracas semanalmente se contabilizan de cinco a diez casos”, acotó Prósperi.
Sobre la enfermedad
La Hepatitis A es una infección hepática contagiosa que se encuentra sobre todo en las heces y la sangre de una persona. Una persona infectada puede contagiar a quienes ingieren agua o alimentos contaminados con materia fecal, o por contacto personal.
Los síntomas de la enfermedad son la fiebre, el dolor abdominal, sobre todo en la región hepática, lo cual da sensación de peso “porque el hígado ha aumentado de tamaño y esto genera un dolor moderado”, explicó Prósperi. Dijo además que la orina puede ser del color de una Coca-Cola y la piel de la persona se vuelve amarilla por exceso de bilirrubina. Una vez diagnósticada, la hepatitis A debe controlarse con reposo y una dieta limitada en grasas y abundante en proteínas.
Destacó Prósperi que debido al problema con el estado del agua es conveniente evitar consumir alimentos en las calles, y mencionó que se deben lavar las manos antes y después de ir al baño, así como las frutas y vegetales antes de consumirlos.
En cuanto a los niños, hay que hablarles sobre la enfermedad y sus modos de contagio: “Evitar tomar agua de un mismo recipiente o compartir un caramelo que haya sido probado por otro niño e instar al lavado de manos antes y después de comer, así como luego de defecar. Muchos niños en medio de un juego olvidan hacerlo o no lo hacen”, enfatizó el médico.