Caracas.- Hasta la primera semana de diciembre estará operativo el servicio de cardiología y hemodinamia del hospital de niños José Manuel de los Ríos. Con la graduación de la última cohorte de médicos residentes del postgrado de la especialidad, prevista para el próximo 13 de diciembre, el área completará el forzado cierre técnico iniciado en el año 2014.
Federico Borges, jefe del servicio de cardiología y hemodinamia del centro de salud ubicado al noroeste de Caracas, confirmó que sin personal médico la unidad tendrá que cerrar la consulta externa, único servicio que funcionaba desde hace cinco años.
«Las intervenciones fueron paralizadas en 2014, luego de que se dañara el equipo para practicar cateterismos. Sin embargo, mantuvimos la atención en el diagnóstico, refiriendo a los pacientes. Ahora, sin médicos, es imposible continuar», lamentó.
El cierre técnico del servicio parecía una sentencia desde hace más de 10 años, cuando se realizaban hasta 350 intervenciones por año. El médico cuenta que en más de dos oportunidades desde el año 2008, cuando por déficit presupuestario el área estuvo al borde de la paralización fue la iniciativa privada la que ayudó reanudar las actividades.
«Ha sido una lucha por garantizar la operatividad, el servicio de calidad y la formación de jóvenes médicos. Con el tiempo se fueron perdiendo esos tres elementos y apenas queda la infraestructura«, indicó.
Borges, con más de 35 años de experiencia, destacó como incalculable la pérdida que representa la clausura de este servicio para niños con cardiopatías de todo el país.
«Históricamente este ha sido un centro de atención para niños de toda Venezuela. En la época de mejor funcionamiento más del 70% de los pacientes que recibíamos provenían de otros estados. Es una pérdida para el país», reflexionó.
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20 años de lucha
Los esfuerzos por impedir el cierre y garantizar la plena operatividad del servicio del J. M. de los Ríos, como se le conoce popularmente, empezaron en 1999. Carlos Trapani, coordinador de la ONG Centros Comunitarios de Aprendizaje (Cecodap), recordó que desde inicios de la década del 2000 se alertaba de los riesgos que suponía el deterioro y la desinversión para el establecimiento de salud.
«En 1998, mediante un informe dirigido a la dirección general se dejó constancia de que de 2.820 pacientes evaluados en el servicio de cardiología, que requerían cirugía, apenas 60 niños pudieron ser intervenidos. Y casi 500 quedaron en cola, por falta de cupo, para 1999″, señaló.
La brecha entre casos evaluados y atendidos fue reducida un poco hasta 2009, cuando el Hospital Cardiológico Infantil Latinoamericano, institución a través de la cual se centralizaron los recursos, dejó de financiar la compra de insumos.
Trapani, quien es uno de los representantes legales de pacientes del J. M. de los Ríos ante instancias internacionales, insistió en que este cierre se suma al expediente de violación de los derechos de niños y niñas cometidas por el actual Gobierno.
«Se ha materializado la violación al derecho a la vida y la salud de los niños y niñas con cardiopatías congénitas atendidos en el hospital de niños J. M. de los Ríos. Cuando se les niega el acceso a un tratamiento terapéutico y quirúrgico oportuno y adecuado», enfatizó.
De acuerdo con la última Memoria y Cuenta del Ministerio de Salud, publicada en el año 2015, Venezuela tiene una tasa de mortalidad infantil de 14,34 por cada 1.000 nacidos menores de 1 año, en su mayoría asociados con la enfermedad cardiovascular congénita u otras cardiopatías detectadas al nacer.
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