Por Mariett Hamilton, del Programa de formación de nuevos periodistas
Pese a que en Venezuela no se cuenta con un registro de infecciones por este agente, la prevalencia de la larva migrans cutánea ronda entre 2 y 11 % en las Américas, según diversos estudios publicados por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) entre 2001 y 2015, destacan algunos países de Centroamérica, Suramérica y el Caribe.
Esta infección suele evidenciarse en climas cálidos y húmedos, como zonas tropicales y subtropicales.
La dermatóloga Libia Aguilar aseguró que “es una enfermedad frecuente”, pues la padecen aquellos que caminan descalzos y su piel tiene contacto con arena o tierra contaminada.
Por su parte, el infectólogo Manuel Figuera explicó que es “una infección zoonótica”, es decir que afecta principalmente a animales como perros o gatos.
Larva migratoria, el parásito que vive en los suelos contaminados
Los perros se contagian cuando las larvas penetran por la piel, migran hasta la sangre, llegan a los pulmones, para luego alcanzar la vía digestiva y es cuando se transforman en adultos, generan huevos y estos se eliminan por las heces.
Una vez que la tierra se encuentra con “medidas de humedad adecuadas”, se desarrollan estas larvas que buscan nuevos portadores. Pueden ser nuevos animales, pero “los casos humanos son totalmente accidentales”, continuó el infectólogo, debido a que las personas caminan descalzos donde han evacuado animales infectados por estos parásitos.
Como recomendación de los especialistas, lo ideal es que el afectado no se automedique, sino que “el tratamiento lo coloque el médico dependiendo de lo que el paciente presente”, explicó Aguilar.
Suele recetarse antiparasitarios, que pueden ser albendazol o ivermectina; no obstante, es recomendable que un médico indique las dosis de acuerdo al progreso de la infección.
Más que convertirse en un problema peligroso, puede catalogarse como una molestia, como resultado de la intensa picazón e inflamación que genera, incluso la sensación de movimiento por debajo de la piel.
La recomendación puntual de la dermatóloga y el infectólogo fue evitar caminar descalzos, especialmente en lugares que puedan estar contaminados con heces de animales.
Figuera añadió que es importante que las mascotas tengan control veterinario con frecuencia, además suministrar el respectivo tratamiento en caso de que presente infecciones parasitarias o para su prevención.