La presentación de un informe sobre el esquema de inmunización nacional por parte de la Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría reveló que no se está cumpliendo con el programa necesario de protección infecciosa, a la población infante y juvenil, en el estado Nueva Esparta.
El secretario de información del gremio en este estado, doctor Germán Rojas Loyola, alertó que desde hace tres años no se cumple con algunas vacunas importantes para la salud de los niños y adolescentes, lo cual, a su juicio, representa un grave riesgo para esta población. «Las consecuencias de esto es alarmante, ya que nuestros niños no están protegidos», dijo.
LEE TAMBIÉN
Programas de vacunación en Margarita han caído alrededor de 90%
Sostuvo que es necesario que el sistema público cumpla con ese derecho en el marco de la salud, tal como lo establece la Constitución y la Ley Orgánica para la Protección del Niño y Adolescente (Lopna), pues es la única manera de cuidar el desarrollo de los niños. Refirió que de manera privada las vacunas tienen un costo de entre 80 y 150 dólares, lo cual es limitante para la mayoría de los padres y por lo tanto no responde al principio de la justicia y equidad.
Detalló que las vacunas que están faltando en el esquema son contra el neumococo, influenza y rotavirus. «Hasta hace unos años pertenecían al programa ampliado de inmunizaciones, por lo que las consecuencias de esto son catastróficas para las complicaciones de otras enfermedades, pues la importancia de las vacunas precisamente es proteger contra enfermedades infecciosas, respiratorias y digestivas”, explicó.
El especialista agregó que ni siquiera se conoce con exactitud los daños que esto está causando en la salud de los niños, porque el silencio epidemiológico no permite conocer la relación de enfermedades con las fallas en la vacunación. Advirtió que hay casos de activos de difteria, sarampión y otras enfermedades que se mitigan con las vacunas oportunas. De acuerdo a esta realidad, aseveró que el esquema de vacunación de Venezuela tendría un retraso de al menos 10 años en comparación con otros países.