Caracas. – Cada 13 de enero se conmemora el Día Mundial de la Lucha contra la Depresión, una enfermedad o trastorno mental que se caracteriza por una profunda tristeza, decaimiento anímico, baja autoestima, pérdida de interés por todo y disminución de las funciones psíquicas.
En Venezuela, profesionales de la psiquiatría y la psicología coinciden en que aspectos como la diáspora, éxodo o migración de connacionales que se ha experimentado en los últimos años, aunado a la pandemia del COVID-19 y el progresivo deterioro de la calidad de vida dentro del territorio nacional han causado una mayor incidencia en los cuadros depresivos de las personas.
A propósito de este día, El Pitazo entrevistó a la fundadora de Psicólogos sin Fronteras de Venezuela (PSFV), María Isabel Parada, una organización sin fines de lucro fundada en el 2010 para brindar asistencia psicosocial a personas en crisis y duelos de diversas causas, que necesiten apoyo psicológico para recuperar su estabilidad emocional.
La especialista indicó que la mayoría de las consultas recibidas son principalmente de mujeres de zonas populares desfavorecidas que no pueden pagar una consulta privada, por lo que acuden a la alternativa ofrecida por la organización de manera gratuita a través del programa denominado Acompañando en el dolor.
“Lo llamamos así porque consideramos que las personas pueden estar en situaciones de crisis o de duelo, que en estos 2 últimos años han aumentado a consecuencia de la pandemia. Lo que principalmente manifiestan nuestros pacientes es ansiedad y depresión, trastornos que van de la mano realmente”, apuntó Parada.
Migración
La psicóloga explicó que los motivos por los cuales la población femenina es la más afectada, obedece a la diáspora de millones de venezolanos, entre los que se cuentan como figura principal al esposo, el padre o el hermano varón que han emigrado y, “eso ha significado que la mujer venezolana se ha quedado sola con dos, tres o cuatro hijos, además haciéndose cargo de sus padres o algunos hermanos”.
Sobre este particular, el médico psiquiatra, Robert Lespinasse, le dijo a El Pitazo en entrevista telefónica que la frustración que deja el éxodo de casi 6 millones de venezolanos registrados hasta la fecha por la Oficina de la ONU para los Refugiados (Acnur) es producto de una situación social, política y económica que genera desesperanza y la sensación de no tener una salida.
“Cuando una persona huye del país es porque percibe un futuro incierto. Hay miedo, la separación familiar les genera profunda tristeza y soledad y, no hay un tratamiento médico para combatir la soledad, esto se combate con compañía, afecto y amor. Hay muchos ancianos solos, sin sus hijos, sin sus nietos y, los que están fuera, también están solos”, refirió Lespinasse.
Asimismo, indicó que producto de la enfermedad del COVID-19, se ha generado una serie de modificaciones en las condiciones de vida, así como el surgimiento de medidas que han aislado a las personas socialmente.
Violencia intrafamiliar y situación país
El experto en psiquiatría Roberto Lespinsasse afirmó que el estar más tiempo encerrados con personas que pese a ser miembros de la misma familia, en algunos casos no son del agrado de unos u otros ha aumentado la violencia intrafamiliar. “Todos estos elementos han incidido en los conflictos entre las personas y por ende las dificultades para relacionarse son más intensas”, dijo.
“Esto aunado a que, en Venezuela, el confinamiento no solo está vinculado a estar metido en la casa, sino que además no tienes luz, no hay teléfonos ni servicio de internet, no hay agua, o no tienes comida. Todo esto se traduce a realidades que agravan aún más esta situación”, agregó.
Por su parte, la especialista de la psicología María Isabel Parada señaló que luego de la ansiedad y depresión mixta o individual, otros motivos frecuentes de consultas en PSF de Venezuela son los generados por los conflictos interpersonales y de relaciones de pareja incrementados en los últimos años.
“Porque realmente el confinamiento fue positivo para evitar el contagio del coronavirus, pero el encierro dentro de los hogares ha sido negativo, especialmente en aquellos donde hay niños que no van al colegio y no existen las actividades de recreación por el alto costo de la vida y los problemas de transporte, lo que ha ocasionado que los integrantes no pudieron manejar espacios suficientes de individualidad”, acotó.
Acceso a los medicamentos
Las personas que sufren de depresión deben tener el suministro de tratamientos que en la actualidad resultan de difícil acceso y que en palabras de Lespinasse han desaparecido del mercado venezolano y obtenerlos mediante la importación no es viable en la mayoría de los casos, especialmente en las familias socioeconómicamente más vulneradas.
“Además, los costos y la seguridad social en el país no están funcionando. No hay un centro hospitalario de especialidad psiquiátrica que esté funcionando adecuadamente o simplemente están paralizados. En Caracas, el psiquiátrico de El Peñon está cerrado, el postgrado del Hospital Vargas está cerrado, en el Universitario de Caracas no hay acceso a la hospitalización. El Seguro Social que antes funcionaba en la urbanización Sebucán se trasladó a Los Chorros y lamentablemente tiene un importante déficit de personal, ni tampoco sitios dónde recluir a los pacientes para que reciban atención”, aseveró el psiquiatra.
Subrayó que la regularidad del tratamiento es lo que le permite al paciente de depresión su mejoría. “Un paciente con cuadros depresivos debe recibir mínimo 1 año de medicamentos antidepresivos. Hacerlo de manera intermitente o cada vez que pueda comprar uno, no permitirá que la evolución del que sufre esta enfermedad mental progrese”, puntualizó.
Psicólogos Sin Fronteras de Venezuela
En Caracas y en toda Venezuela se puede tener acceso a este servicio gratuito mediante el número de teléfono: 0424-2925604. “Una vez pedida la cita, el paciente recibirá dos o tres días después la atención de uno de los psicólogos de la organización durante una hora, de manera empática y comprensiva, y eso se va a mantener durante 4 semanas”, indicó María Isabel Parada, fundadora de la ONG.
Destacó que el servicio de PSFV tiene 20 psicólogos para ayudar a las personas y brindarles herramientas de apoyo emocional y desde hace tres años se incorporó a dos psiquiatras que ofrecen la asistencia médica una vez que los pacientes pasen por la psicoterapia y requieran atención psiquiátrica.