Por Rosibel Cristina González
Caracas. Catia es una localidad concurrida dada la actividad comercial que prolifera en la zona. Aunada a ella, se desbordan en cada rincón cúmulos de basura y focos de contaminación que afectan a transeúntes y dueños de establecimientos.
La situación fue constatada por El Pitazo durante un recorrido realizado este viernes , 10 de mayo, por diversas calles, desde el bulevar España, calle Colombia y Argentina, avenida El Cuartel, Pérez Bonalde y adyacencias hasta la estación del metro Plaza Sucre.
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Aunque algunos manifestaron que el camión de basura recorre la zona cada dos días, otros explicaron que hay sectores donde los cúmulos de basura se exponen toda la semana.
Solo dos recolectores
Dijeron que ante las quejas emitidas por los dueños de comercios a la alcaldía de Libertador, obtuvieron como respuesta que solo cuentan con dos camiones recolectores de desechos. Uno que recorre urbanismos y el otro las calles cerca del mercado Municipal de Catia.
Otro de los problemas que aqueja a esta parte de la ciudad es el deterioro de las vías. Conductores de transporte público y particularesexpresaron que son “huecos traga cauchos” y que la gestión de la alcaldía de Libertador, no se deja ver por esas zonas.
Sin regulación
Aunque se observó la presencia de la Policía de Caracas y la Nacional, residentes y visitantes de la populosa comunidad situada al oeste de la capital, indicaron que en las adyacencias al mercado municipal y Pérez Bonalde, se concentra la mayor actividad comercial ilícita, sin que por parte del Estado, exista alguna regularización con los precios en los productos de la cesta básica.
“Y esto no le compete a las policías, aquí en Catia se consigue de todo, pero hay que tener con qué pagarlo porque los precios superan los que mantiene – por ejemplo- una cadena de supermercados”, expreso Martín Flores, vendedor de plátanos.
Marcos Pilar, mototaxista, agregó que “Catia necesita asfalto en todas sus calles, de aquí al 23 de enero, entrada que se ubica detrás de la estación del metro Pérez Bonalde».
«A diario y en horas pico, es común observar los carros que, por salir del embotellamiento de Catia, quedan atrapados en los huecos o alcantarillas sin tapas, lo que genera un gasto al conductor”, explicó.
En cuanto a la basura, María Pernalete exclamó: “El camión de basura pasa como Pedro por su casa y no debe ser».
«Hay zonas excluidas de la recolección de desechos y aquí es cuando aprovechan las personas indigentes que comen de la basura y otros que la riegan por las aceras. Porque aunque no lo crean, Catia es una comunidad organizada, pero toda gestión vecinal, debe ir de la mano de la acción de un gobierno que controle y monitorice que las cosas se están haciendo bien”, puntualizó.