Un nuevo rumor se apoderó de las redes sociales este sábado, 7 de septiembre. Una cadena de texto relató a quienes la recibían sobre una supuesta “epidemia o brote de tuberculosis” en el Metro de Caracas y recomendaba el uso de tapabocas para evitar el contagio. “Eso no es verdad; Venezuela siempre ha sido un país con alta incidencia de tuberculosis; no se puede hablar de epidemia sino de alta incidencia”, respondió la doctora Ana Vielma Rangel, internista, neumonólogo y presidenta de la sociedad Médica del Hospital General Dr. José Ignacio Baldó, mejor conocido como El Algodonal, sobre el tema.
En entrevista ofrecida a El Pitazo con respecto al tema, la especialista advirtió que el aumento de la incidencia de esta enfermedad en el último año está asociado a varias causas principales. La primera de ellas, el estado de desnutrición de muchos ciudadanos, que los hace propensos a contraer esta enfermedad por el debilitamiento de su sistema inmunológico. Se suma la falta de personal médico y de asistencia para ofrecer un diagnóstico oportuno de la enfermedad y de personal capacitado en los centros ambulatorios que ordene las pruebas respectivas a los posibles enfermos.
Vielma indicó que una persona con dos semanas de tos continua debe practicarse una prueba de esputo para determinar si su caso es o no de tuberculosis. Explicó que el retraso en el diagnóstico y el tratamiento convierten al contagiado en un foco. “Esa persona sigue su vida y usted se puede infectar en cualquier parte, no necesariamente en el Metro, sino en cualquier sitio en el que ese enfermo se desenvuelva”, dijo, y agregó que otra causa de la alta incidencia de la enfermedad es el hacinamiento en los centros de reclusión de privados de libertad y la ausencia de atención médica para estos ciudadanos.
“Se corrió un rumor de que no había tratamiento en el país. Eso es falso; el Programa Nacional de Tuberculosis tiene todas las drogas de primera y segunda línea para consignar el tratamiento, por lo que no debe haber excusa para que alguien muera de esa enfermedad”, precisó, aunque admitió que en la última semana dos jóvenes murieron en El Algodonal con la enfermedad por el estado avanzado en el que fueron admitidas al centro de salud.
La doctora reitero que “la tuberculosis puede contagiarse en cualquier parte” y que, aunque el Metro de Caracas no es el único canal de contagio posible, las condiciones actuales hacen más propensa a la enfermedad de habitar en estos espacios, pues la tuberculosis se contagia de persona a persona, “por las partículas de saliva que quedan en el aire”.
Al respecto, Ricardo Sansone, dirigente de la organización Familia Metro, indicó que para la organización “no existe ninguna base científica que pueda determinar la conexión entre el aire que se respira y las personas enfermas”. Sin embargo, apuntó que el solo hecho de que exista un rumor de este tipo debería generar una acción del Ministerio de Salud para estudiar las condiciones del aire y, en general, de salubridad del sistema de transporte subterráneo.
Con respecto al funcionamiento de los aires acondicionados y su relación con la propagación de cualquier enfermedad, Sansone explicó que el daño en los sistemas de enfriamiento de los vagones del metro no implica que el sistema de ventilación de los trenes no funcione. “Por estas razones el departamento de epidemiologia del Ministerio debe volcarse a ver la calidad del aire, ir a túneles y estaciones para hacer la medición de la calidad del aire y las partículas en suspensión que hace que baje”.
“En el metro te puede dar lo que sea”
Pero, pese a que los especialistas explican las condiciones de contagio de la tuberculosis, los usuarios del Metro de Caracas usan el sistema con la idea de que allí dentro “te puede dar lo que sea”, tal como lo apuntó Belkys Pérez, vecina de Parque Carabobo. Para ella, el sistema subterráneo puede servir de canal para propagar cualquier enfermedad, porque “el hacinamiento durante el traslado es muy grande”.
La certeza de la afirmación anterior la aportó otra usuaria del sistema, Inmaculada Guédez, quien relató que el padre de sus hijas tiene tuberculosis hace cuatro meses y hace uso del metro y de cualquier otra forma de movilización sin usar el tapaboca que sus médicos le ordenan para evitar el contagio o la inhalación de otras bacterias.
“Él sabe que no debe andar así, sobre todo porque no ha recibido aún el tratamiento porque no ha logrado ser atendido en El Algodonal, pero solo se lo pone para trabajar… Lleva su vida normal y toma el metro desde Propatria todos los días”, dijo la señora.
Este testimonio respalda la visión de la doctora Ana Vielma, quien ejemplificó que una persona enferma de tuberculosis que tose en un espacio con poca ventilación y gran número de personas expulsa saliva que podría generar una infección de este tipo, siempre y cuando el sistema inmunológico de quien se expone a esto no esté listo para defenderse
Esta razón y las condiciones de deterioro y suciedad del sistema Metro de Caracas son las que llevaron a la familia Torres a hacer uso del método de transporte usando tapa bocas desde hace casi un año. Mientras esperaban el tren en el andén de la estación Plaza Venezuela, tres de los miembros de este grupo familiar usaban sus protectores negros para cubrir parte de sus rostros y una de ellas contó que “lo usamos sobre todo por higiene, porque me da asco el metro”.