Caracas.- Poco después de las 12:30 p.m. un cortocircuito interrumpió las actividades en el piso 9 del Hospital Universitario de Caracas, donde funciona el servicio de Pediatría, del establecimiento localizado dentro del campus de la Universidad Central de Venezuela.
La contingencia no afectó ninguna otra área de la institución que mantuvo sus actividades con normalidad, sin embargo puso de relieve las carencias de la edificación que han sido denunciadas por los trabajadores sostenidamente en el último año, recordó Mauro Zambrano, representante del Sindicato de Hospitales y Clínicas de Caracas.
“Lo bueno es que el desalojo pudo hacerse rápido y que el cortocircuito no fue de mayor proporción y no tomó otras áreas del hospital, pero las limitaciones y la precariedad en la que funcionan todos los servicios ya las hemos denunciados y en una emergencia se hacen más obvias. No hay ni agua para apagar un incendio”, señaló.
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Zambrano calificó de “indolencia” la nula respuesta del Ministerio de Salud a las exigencias de mejoras en la infraestructura.
“Los trabajadores venimos denunciando la grave situación de los hospitales en todo el país, para que las autoridades tomen correctivos y no hemos recibido respuesta alguna. El mantenimiento correctivo y preventivo de las todas las áreas está paralizado, el presupuesto solo alcanza para los bajos sueldos. Basta de indolencia”, agregó.
Deterioro generalizado
La suspensión del mantenimiento profundo del establecimiento ha propiciado un deterioro visible en todos los pisos, además de daños estructurales en servicios fundamentales como el agua.
Desde hace dos años el sistema de bombeo está “semiparalizado”, debido a que no se han sustituido las bombas, por lo que el agua apenas sube hasta el piso 4, denunció Francis Calderón, ayudante de nutrición y dietética del HUC.
“Hemos pasado hasta dos meses seguidos sin agua directa, porque con el racionamiento de Hidrocapital desde hace años no se da prioridad al hospital, esto se ha agravado desde que las bombas se empezaron a quemar sin que las restituyan. El agua a duras penas llega al piso 4, en los demás pisos tuvimos que instalar tobos y otros recientes”, relató.
Calderón reprochó que, pese a la extendida escasez de agua, no se hayan implementado medidas paliativas para mantener un funcionamiento “aceptable” del centro asistencial.
“La capacidad de almacenamiento de agua es precaria, los pacientes están expuestos a infecciones porque con estas dificultades no se puede hacer el aseo adecuado. Si ni siquiera está garantizado el acceso al agua en un hospital qué tipo de servicio se le puede ofrecer a la población”, sostuvo.
Desalojo
El humo se produjo por una falla en una instalación eléctrica ubicada cerca del área de incubadoras de la Unidad Cirugía Neonatal del referido centro de salud, confirmaron funcionarios del Cuerpo de Bomberos del Distrito Capital, quienes controlaron totalmente la situación casi una hora después de iniciada.
En los primeros minutos de la contingencia integrantes de los Bomberos Universitarios de la UCV intentaron controlar la propagación de un potencial incendio, que se limitó a una humareda, pero la falta de agua e insumos limitaron su operación, por lo que solo apoyaron en la evacuación y reubicación de los pacientes pediátricos, de los que solo uno requería continuar en incubadora.
De acuerdo con el parte oficial, la avería no dejó ningún paciente o trabajador afectado, pero forzó el desalojo de todo el piso 9, mientras los bomberos ejecutaban las labores de control del siniestro y activaron el protocolo de seguridad.