Por Juan Pedro Antonuccio, del Programa de Formación de Nuevos Periodistas
Caracas.- El malestar psicológico en los venezolanos, pérdida de cobertura académica tras la pandemia del COVID-19 y la poca atención a la población debido a la baja cantidad de profesionales y servicios dedicados a la salud mental fueron algunos de los aspectos abordados en el IV Congreso Venezolano de Psicología, que se desarrolló entre el martes 21 de noviembre y el viernes 24 en la Universidad Central de Venezuela (UCV).
Como parte de la ponencia inaugural, el psicólogo Ángel Oropeza presentó el martes 21 los resultados del estudio PsicoData, realizado por la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) para evaluar las características psicosociales de los venezolanos. Esta investigación reveló que 25 % de los jóvenes de entre 18 y 24 años reportaron sentir algunas veces limitaciones debido a malestar psicológico.
El informe de PsicoData define el malestar psicológico y físico como “un estado de disconfort (malestar) asociado a la limitación de la capacidad para el logro y a las respuestas adaptativas al entorno”. En ese sentido, los resultados señalan que son las mujeres, las personas de menor nivel educativo y los mayores de 55 años los que presentan mayor malestar de este tipo.
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El también doctor en Ciencia Política y profesor de la Universidad Simón Bolívar destacó entre los resultados de PsicoData que en Venezuela la cobertura académica perdió 550.000 estudiantes una vez superada la pandemia. “Dos de cada tres chamos están fuera del centro educativo”, afirmó. Además, expuso datos sobre los centros psiquiátricos en Venezuela e hizo énfasis en la ausencia que hay de servicios de salud mental para niños, niñas y adolescentes.
Como parte de esa crisis, la atención psicológica se ha visto perjudicada. Según Oropeza, en Venezuela hay apenas 1,2 psicólogos por cada 10.000 habitantes. En el caso de los psiquiatras es aún menor: 0,8 psiquiatras por cada 10.000 habitantes.
El IV Congreso Venezolano de Psicología contó con más de 80 actividades, entre conferencias, ponencias y simposios llevados a cabo por psicólogos y profesionales de la salud venezolanos sobre diferentes temáticas, enfocadas en perspectivas, retos y factores de riesgo de la salud mental.
El congreso fue inaugurado por el rector de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Víctor Rago, quien estuvo acompañado de los vicerrectores y la secretaria de la universidad, además del decano de la Facultad de Humanidades y Educación. Rago agradeció a la Federación de Psicólogos de Venezuela por considerar a la UCV como sede y estimular el desarrollo de la psicología en el país.
El evento se realizó en diferentes puntos de la UCV, además participaron la Federación de Psicólogos, la UCAB, Universidad Rafael Urdaneta (URU), Universidad Metropolitana (UNIMET), Universidad Simón Bolívar (USB) y la Universidad Yacambú. Durante los cuatro días de congreso se expusieron siete ejes temáticos, entre los que se encuentran epistemología, psicometría, neurociencia, psicología social, psicología educativa y enfoques interdisciplinarios.

Interdisciplinariedad y salud financiera
La salud integral fue el eje central de la ponencia del martes 21 de noviembre de la psicóloga clínica Purificación Prieto, profesora jubilada de la UCV. “Es un modelo de abordaje interdisciplinario y multidisciplinario”, donde aparte de la salud física y mental, deben considerarse la salud emocional, social, espiritual, ambiental, ocupacional y financiera, explicó.
Sobre esta última, Prieto ha dedicado sus últimas investigaciones, quien reconoce que científicamente el estudio de la salud financiera está en desarrollo, aunque todos manejemos el lenguaje propio de los temas financieros. De hecho, explicó que muchas veces se adjudican a las causas externas, ajenas al individuo, el manejo de las finanzas.
De igual modo, la psicóloga trató el tema del sobrediagnóstico, particularmente a partir de la exposición en internet y redes sociales de términos psicológicos. “La banalización del poco lenguaje técnico que tenemos hace que se hable indiscriminadamente de ansiedad, depresión, estrés, ataques de pánico. Cualquier persona, aun con la mejor intención, etiqueta, adjetiva, diagnostica. Yo invitaría a ser cautelosos”, explica.
Eso ha incidido en la forma de enfrentar los problemas, pues muchas personas asumen que tienen un diagnóstico y, por ende, que tienen limitaciones. “Cada día es más frecuente escuchar personas que se alegran de tener una condición que los protege de asumir retos vitales”, comentó Prieto. Es por eso que, según expone, la psicología debe establecer consensos, aceptando la interdisciplinariedad y entendiendo que el psicólogo es un facilitador y no un director.
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El COVID-19: antes y después en salud mental
La pandemia generada por el COVID-19 marcó un antes y un después en la situación mental del americano, según expuso el médico Edgar Rivero, consultor nacional de enfermedades no transmisibles y salud mental de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en Venezuela y último ponente del turno matutino del congreso del pasado martes.
“El COVID-19 marcó pauta en las enfermedades mentales”, afirmó Rivero, quien ve coincidentes los datos que maneja la OPS de toda América con los de Venezuela. La pandemia, según explicó, ha llevado a que haya países con elevadas tasas de afecciones de salud mental, como depresión. También ha tenido implicación en el sistema educativo, pues en promedio “los estudiantes de la región perdieron 1,5 años de aprendizaje”.
En el marco del Plan de Acción Integral sobre Salud Mental (2013-2030) se han definido varios enfoques para mejorar la salud mental, entre los que están el comunitario, el centrado en la persona y específicamente, la desinstitucionalización.

“En las Américas, el 28 % de los pacientes de los hospitales psiquiátricos permanecen más de cinco años”, comentó, lo que convertiría a la región en la que tiene mayor proporción a estancias superiores en estos recintos. La tendencia, para Rivero, va dirigida hacia desinstitucionalizar al paciente psiquiátrico, para que la mayoría de sus casos pudieran ser tratados fuera de centros hospitalarios y de internamiento. “Cuando hay pacientes psiquiátricos de más de cinco años en hospitales, ya los familiares se olvidan de ellos”, comentó.
El congreso se realizó entre el auditorio Tobías Lasser de la Facultad de Ciencias de la UCV y el Auditorio de la Asociación de Profesores Universitarios (APUCV), además de los salones de la Escuela de Psicología. Algunos eventos también se retransmitieron en el Auditorio Naranja de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales.