Caracas.- La separación de la cantante colombiana Shakira y el futbolista Gerard Piqué se convirtió en uno de los temas más polémicos de los últimos días a raíz de la reciente canción de la artista con el compositor Bizarrap, donde expresa unas duras palabras hacia su expareja y la nueva novia del deportista, Clara Chía.
Sin embargo, en las redes muchos internautas se preocupan por la manera cómo los hijos de ambas figuras públicas (Sasha y Milán, de 9 y 7 años, respectivamente) enfrentan este proceso y los efectos que pueden desencadenar las actitudes de sus padres en torno a esta decisión.
Los divorcios o las separaciones siempre son difíciles, pero lo son más cuando hay niños de por medio. En medio de esto surge un debate que no solo viven parejas famosas, también hay otras tantas rupturas anónimas en las que puede existir la misma interrogante: ¿cómo manejar con los niños el divorcio de sus padres?
Las separaciones conyugales y las vivencias de los niños
La psicóloga de la ONG Centros Comunitarios de Aprendizaje (Cecodap) Neudith Morales explicó a El Pitazo que los procesos de separación de cónyuges suelen ser dolorosos porque los niños y adolescentes se enfrentan a la incertidumbre y temor, debido a que se encuentran en un terreno desconocido.
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Recalcó que en los casos en los que las partes entran en conflicto y comienzan a decirse cosas ofensivas, o propician discusiones, suelen alterar a los niños o entristecerlos.
“La manera en que los padres puedan llevar este proceso de separación es importante porque eso puede darle tranquilidad a los hijos. En principio, para entender que papá y mamá se están separando, pero eso no implica una separación de hijos”, añadió la especialista.
Morales destacó que se desconoce cómo afrontan Shakira y Piqué su ruptura ante los niños, pero por muy alejados de la polémica que puedan estar aún existe la posibilidad de que terceras personas del entorno de los niños realice algún tipo de comentario sobre estos hechos.
“Puede ser que papá o mamá hablen con ellos, pero indudablemente se va a ver que le llegará información del entorno social que los rodea porque no están aislados o viven en una burbuja”, dijo la psicóloga de Cecodap.
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Asimismo, reconoció que es complicado controlar algunas variables, como las opiniones de quién tiene la razón durante este proceso. Por eso es de importancia el discurso de ambos padres hacia sus hijos sobre las razones que llevaron a esa ruptura, es decir, tienen que llegar a un consenso a la hora de ofrecer una explicación.
“No es aconsejable que mamá o papá tengan un discurso negativo hacia el otro porque los niños quieren a sus padres independientemente de quién hizo qué, quién se separó o cuál sea el motivo de la separación”, señaló la especialista.
Morales destacó que los niños pueden sentir sufrimiento cuando uno de los dos padres comienza a decir cosas inapropiadas del otro. Por esa razón no es una práctica aconsejable durante los procesos de separación.
Signos de alerta en los niños tras un divorcio
La psicóloga Neudith Morales añadió que para los niños y adolescentes es difícil comprender la ruptura de sus padres, por eso, es importante conversar con ellos y estar atentos por sí se presenta algún cambio en sus actitudes habituales.
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Estos cambios pueden ser: tristeza, llanto, rabia, molestia, ira, rebeldía o nada les gusta. Es una forma de expresar que no aceptan lo que sucede entre mamá y papá, dijo la experta.
“Mamá o papá pueden estar alertas del comportamiento”, indicó la especialista de Cecodap. A su vez, explicó que en algunos casos avanzados los niños pueden enfermarse físicamente.
Aunque hay muchos signos de alerta, pero no significa que todos los síntomas van a aparecer, por ello, es importante escuchar con atención lo que los niños dicen, los cambios de emocionalidad o las bajas en el rendimiento académico.
Morales advirtió que cuando estas situaciones emocionales o variaciones en el comportamiento de los niños duran mucho tiempo es necesario que sean abordados con un psicólogo. Incluso algunos adolescentes suelen pedir la intervención de un especialista porque sienten que no pueden procesar lo que sucede y desean hablarlo con un tercero.
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Puntualizó que los procesos de separación conflictivos pueden generar más sufrimiento en los niños y además hará que estos tarden más tiempo en aceptar lo que ocurre entre sus padres, lo que perjudica su bienestar.