Caracas.- La cirrosis hepática es el daño más extremo que puede sufrir el hígado. Se trata de un proceso de cicatrización extrema del órgano. Se produce luego de una lesión que puede ser causada por enfermedades o por el consumo de alcohol en exceso.
Según la página especializada en temas de salud Medline Plus, esta cicatrización produce fibrosis. En otras palabras, cuando el hígado sufre una lesión el órgano trata de reparase a si mismo, en medio de esto se forma un tejido de cicatrización que con el tiempo dificulta su funcionamiento. Aunque este padecimiento puede retrasarse y permanecer estable por muchos años, también puede causar la muerte en pocos meses.
Si la enfermedad se diagnóstica de manera temprana se puede frenar el avance del daño, siempre que se dectete la causa y esta sea tratada oportunamente por el médico. En los casos de pacientes en que la enfermedad se diagnostique de manera tardía la cirrosis hepática es potencialmente mortal.
De acuerdo a los datos de la Organización Panamericana de la Salud, 125.000 personas murieron de cáncer de hígado y cirrosis hepática durante el año 2019 en todo el mundo.
¿Qué causa la cirrosis hepática?
Son múltiples las causas de una cirrosis hepática. Desde el consumo indiscriminado de medicamentos y el alcohol, hasta enfermedades e infecciones recurrentes que van afectando al hígado. Algunos de los factores de riesgo son:
- Consumo excesivo de alcohol a largo plazo.
- Hepatitis viral en curso y hepatitis autoinmune
- Enfermedad por hígado graso
- Enfermedad de Wilson, una afección en la que se acumula cobre en el hígado.
- Fibrosis quística.
- Diabetes
- Infección, como sífilis o brucelosis.
- Consumo indiscriminado de medicamentos
¿Cuáles son los síntomas de la cirrosis hepática?
Como la cirrosis hepática es una enfermedad progresiva, los síntomas entre las personas que la padecen pueden variar, pero hay varios señales que alertan su padecimiento. La Fundación Amigos del Hígado enumera algunas características:
- Fatiga
- Náuseas
- Pérdida de peso
- Pérdida del apetito
- Hemorragias o hematomas
- Hinchazón de piernas o pies
- Decoloración amarilla en la piel y ojos
- Acumulación de líquido en el abdomen
- Varices en la piel