Barquisimeto.- «Sin diálisis nos espera la muerte», advirtieron los pacientes renales del estado Lara que no tienen acceso al tratamiento por la interrupción del servicio eléctrico registrada desde el jueves 7 de marzo a las 4:00 pm.
Cinco de las siete unidades de diálisis de la entidad están cerradas a causa del apagón y las dos que continúan operativas con plantas de emergencia -en la Clínica Razzeti y el Hospital Pastor Oropeza- no garantizan diálisis para el fin de semana porque se agotan sus reservas de agua.
En Lara hay 1.250 pacientes en diálisis y la mayoría lleva más de 30 horas sin conectarse a las máquinas. Emplazaron a las autoridades a activar un plan de contingencia o corren el riesgo de descompensarse.
Sin diálisis y de luto
Frank Meléndez tiene 20 días en la Unidad de Nefrología La Pastora, en Barquisimeto, porque denuncia que hay intenciones de clausurarla. Este viernes 8 de marzo le anunciaron por una llamada telefónica que su madre murió de un infarto en horas de la mañana.
Frank es una persona con discapacidad que duerme en la sala de tratamientos ubicada en un primer piso. Producto del apagón, no podía bajar por el ascensor para darle el último adiós a su madre. Temía que al abandonar las instalaciones ocurra lo que ha evitado durante tres semanas: el cierre del centro.
«Estoy viviendo aquí, ya me han dicho que si salgo, pierdo. Necesito que algún paciente se quede por mí para ir al funeral», declaró a El Pitazo entre lágrimas mientras enfermeras y allegados lo consolaban.
Transfusiones suspendidas
En la Unidad de Diálisis Barquisimeto, que tiene 180 pacientes, las transfusiones programadas para el viernes fueron suspendidas.
«La mayoría de los pacientes renales tienen menos de 6 de hemoglobina y necesitan cumplir sus transfusiones en las máquinas. Esto traerá como consecuencia la muerte de pacientes», manifestó Carmen Padilla.
Indicó que desconocen qué sucederá con los pacientes renales cuyas vidas dependen de las máquinas. «No sabemos cuándo llegará la luz y el agua que son indispensables para el funcionamiento de las unidades», agregó.
Padilla sostuvo que los pacientes de municipios foráneos que esperaban por diálisis este 8 de marzo en el Hospital Central Antonio María Pineda fueron despachados por falta de agua, aunque es la única institución de salud de Barquisimeto que tiene el servicio eléctrico restituido sin necesidad de una planta.
La activista por los derechos humanos reiteró que esa unidad de diálisis es la que tiene cupos reservados para casos de emergencia. Sin agua quedarían desasistidos los pacientes, alertó.
«Muchas personas que hoy esperamos nuestro turno de diálisis no van a llegar al fin de semana porque su condición de salud no se lo permite», señaló Edickson Frías.
A la inesperada paralización de las diálisis, los pacientes añadieron que esta semana recibieron tratamientos poco efectivos por deficiencias de insumos y equipos en las unidades.